“La fuerza del corazón”, es el lema de “Jorgito” Díaz, el joven tucumano de 23 años que lleva a cabo acciones solidarias junto a sus hermanos en distintos lugares de la ciudad y después visibiliza a través de sus redes sociales.

En entrevista con Federico van Mameren en el programa Panorama Tucumano, el creador de videos, junto a su hermano Dante, de 27, contaron que el comienzo de esta idea que se ha vuelto viral y cada vez suma más seguidores, fue difícil: “La primera vez que salí a ayudar, rompí la bicicleta de mi mamá y se enojó”, relató entre risas. Las acciones fueron pensadas con el correr del tiempo, pero en sus inicios juntaron ropa que los vecinos del barrio les daban para donarlas a los que necesitaban.

En el lapso de un año y cinco meses alcanzaron casi 800.000 seguidores en Tik-Tok y 300.000 en Instagram, pero sólo hace pocos meses tuvieron un alcance mayor en redes, explicaron.

Las enseñanzas de José

“Mi papá, José, vino desde Perú a estudiar medicina a la Argentina. Fue vendedor ambulante, después se dedicó a la fotografía y nosotros, que somos cuatro hermanos, lo acompañábamos a donde fuera y aprendíamos de él”, narra el joven.

José, que falleció hace unos años, ayudaba con la palabra, más que con medios económicos.

RESCATADOS. Los seguidores eligieron los nombres de los animales.

“Nos turnábamos de a dos hermanos por día y salíamos con mi papá a sacar fotos, así nos enseñaba el afuera, nos explicaba por qué la gente de la calle estaba así y hablaba con ellos. Nos enseñó a escuchar a los demás”, describe Dante.

Los hermanos recuerdan la frase que lo caracterizaba: “Donde come uno, comen dos”, decía siempre José.

“Aprender a escuchar”

El objetivo de los Díaz es escuchar al otro. Comentan que las personas les abren sus corazones y ellos no le temen a la calle. “Hay cosas buenas y malas, porque hay personas de todo tipo y, si ocurre algo, siempre hay una lección que aprender”, reflexiona el mayor de ellos.

“A un vendedor ambulante nadie lo escucha. 10 minutos de charla con una persona en situación de calle o un vendedor, puede ayudarlos mucho”, concluye el influencer que sale todos los días a buscar historias conmovedoras.

Prestar atención sincera, tratar de entender y no juzgar al otro, son las premisas que defienden.

Aceptar desafíos

Si bien Jorge es la cara visible del proyecto en el que narra historias de personas en situaciones de vulnerabilidad o con enfermedades, y las ayuda a conseguir lo necesario para salir adelante, Dante, Jesús y Gabriel lo acompañan en las acciones.

Un puente solidario en tiempos de hambre

Quien se encarga de grabar y editar los videos que después comentan miles de personas, es Dante y también es un visionario que propuso a su familia el pasado mes de julio, cerrar el quiosco que era el principal sustento económico de todos para dedicarse solamente a la ayuda social, aunque mantienen un negocio de bebidas.

UNA MOTO. El verdulero, Lucas Roldán recibió un regalo inesperado.

“Las ganas están en lo que hago y no en lo que digo. Por eso lo proyecté y así se dio”, dice Dante con firmeza.

Dejar un legado

La gente les comparte historias que necesitan ayuda por mensajes, pero a Jorgito le encanta recorrer las calles en busca de casos. “Me mandan mensajes chicos de 13 y 14 años y me dicen: ‘Mirá, estoy yendo a una plaza a ayudar a la gente’ y eso a mi me encanta”, relata el instagramer. “Quiero que me recuerden como un ejemplo cuando deje este plano terrenal”, indica.

Banco de Alimentos: un encuentro solidario en busca de resolver el problema del hambre

Al tiktoker le gusta terminar los videos solidarios en un abrazo, porque siente que “ese gesto les devuelve a las personas la importancia que creen que perdieron”.

Planes a futuro

La idea que vienen diseñando hace meses es crear una fundación para continuar con las campañas y, también, para capacitarse y brindar gratuitamente a los interesados, conferencias sobre liderazgo y superación personal que planean concretar el año próximo.

PLATO CALIENTE. El tiktoker recorrió la ciudad para entregar almuerzos.

Otro proyecto que planean ejecutar junto a un amigo de ambos, es generar una fuente de trabajo para quienes lo requieran a través de la creación de adornos y objetos como ceniceros, servilleteros y mesas de mármol, que partirán de retazos de piezas más grandes que fueron descartadas.

Un sueño

“Mi sueño algún día es ser una leyenda, pero una leyenda de la solidaridad”, confesó el tiktoker y agregó que, con sus videos, quiere “mostrar que hay esperanzas y que se puede salir adelante: la misión es ayudar al prójimo sin juzgar”.

Confiesa que confía en la humanidad de la gente y que quisiera crear una comunidad en el país que tenga esa filosofía de vida para escuchar al otro, “algo que empiece en la familia y termine en toda la sociedad”, declara.

Los videos del usuario de Tik-Tok @jorgitoodiaz01 alcanzan millones de visualizaciones, los seguidores donan dinero para concretar objetivos que van desde ayudas económicas, compras de alimentos y medicamentos; hasta sillas de ruedas, bicicletas y motos para los que necesitan desplazarse. (Producción periodística: Belén Castellano)