La Nación y la Provincia se comprometieron, mediante la firma de un acuerdo, a darle continuidad de ejecución a la obra del acueducto Vipos, que había quedado en la incertidumbre desde la asunción del Gobierno nacional en 2023. Se trata de un proyecto destinado a resolver la emergencia hídrica en el área del noroeste de la capital y del Gran San Miguel, que abarca Yerba Buena, Cebil Redondo, Tafí Viejo, Los Nogales, Tapia y parte del mismo Vipos, ubicado a 50 km de distancia de la capital. El nuevo acueducto va a duplicar la capacidad del actual, que es centenario y que, pese a que se han ido reparando las numerosas pérdidas que tenía, es insuficiente para las necesidades de una zona que abarca unas 240.000 personas.

El acueducto, que había sido anunciado en una audiencia pública a fines de 2022, había sido licitado, tras haberse acordado la financiación con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y de la deuda se iba a hacer cargo la Nación, pero la licitación a fines de 2023 estaba caída y al asumir el nuevo Gobierno este congeló las obras públicas. Ahora, tras este acuerdo, se va a reiniciar la construcción del acueducto, que ha de insumir unos dos años hasta que esté lista para el servicio a la comunidad.

De hecho, desde hace unos años se está intentando ordenar la acelerada urbanización en todo el sector del piedemonte, sometido a una demanda de agua que está generando agotamiento del acuífero. Urbanistas y geólogos están recomendando, precisamente, que se provean nuevas fuentes de agua que no sean seguir excavando pozos, sino acueductos (el de Vipos vendría a ser la solución adecuada) y reflotar proyectos de diques.

A raíz de la suspensión de la obra la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) se hizo cargo durante este año de reparar el centenario acueducto, que estaba lleno de pinchaduras entre la toma en Vipos y Tapia, y se ocupó también de construir pozos en diferentes zonas de la provincia, con el fin de optimizar la provisión del acueducto y de aliviar la crisis hídrica. Pero este viejo conducto es insuficiente. Con una producción de 2.000 metros cúbicos por hora, beneficia a 150.000 residentes; el nuevo duplicará la capacidad de provisión de agua. Además, como el área noroeste del Gran Tucumán, zona de intenso crecimiento y demanda de servicios, se encuentra saturada y con el acuífero “estresado”, tiene una demanda de líquido incesante: así lo demuestran el crecimiento de Yerba Buena, Cebil Redondo y Villa Carmela (al noroeste) y Tafí Viejo y Los Nogales (al norte), que ya se están integrando al Gran San Miguel.

El jefe del Enohsa Norte Grande dijo en la audiencia de 2022 que esta nueva obra ayudaría a aplacar durante 20 años los problemas de líquido potable desde Vipos a San Miguel de Tucumán. Es de esperar que a partir de ahora se aceleren los tiempos, que no se cometan errores y se sorteen las típicas trabas burocráticas que afectan y hasta arruinan los procesos, para que el acueducto vea la luz cuanto antes.