La provincia se llenó en las últimas semanas de pequeñas mariposas blancas, conocidas popularmente como pirpintos, causando asombro entre los tucumanos. Para entender este fenómeno, LA GACETA habló con la doctora Adriana Chalup, investigadora de la Fundación Miguel Lillo y directora del Instituto de Entomología, quien explicó los motivos detrás de la migración de estos insectos y su impacto en el ecosistema.
Según Chalup, esta migración masiva proviene del sur de Bolivia y se dirige hacia el sur de Argentina, atravesando provincias como Córdoba, La Pampa e incluso llegando ocasionalmente a Mendoza. “Estas migraciones, típicas de la mariposa Ascia monuste, son un fenómeno natural que ocurre en toda Sudamérica. Generalmente se dan en veranos de mucho calor y humedad, pero este año se han adelantado debido a las intensas lluvias y las altas temperaturas de la primavera”, dijo.
A pesar de que estas mariposas suelen viajar en grandes grupos, este año se han registrado menos ejemplares. Chalup atribuye esta disminución a factores como el uso de agroquímicos, la tala de bosques y la falta de refugio y alimento.
¿Es el cambio climático responsable?
Chalup confirmó que el cambio climático juega un papel importante en este adelanto migratorio. “La incidencia de lluvias copiosas y temperaturas elevadas, consecuencia de un año húmedo, ha adelantado este fenómeno que usualmente ocurría en enero”, señaló.
El rol de los pirpintos en el ecosistema
Las mariposas cumplen funciones esenciales en los ecosistemas. Chalup destacó que son polinizadores indirectos, ya que al alimentarse del néctar de las flores contribuyen a su polinización. Además, forman parte de la cadena alimenticia, siendo alimento para aves y otros insectívoros.
Sin embargo, también pueden causar problemas. En su etapa de oruga, estas mariposas son conocidas como “mariposas de la col” y pueden convertirse en plagas que afectan cultivos de crucíferas como coliflor, brócoli, rúcula y espinaca, lo que genera inconvenientes para los productores hortícolas.
Un ciclo de vida breve pero intenso
El ciclo de vida de estas mariposas es corto, con una duración aproximada de un mes. Chalup explicó que pasan unos días como huevo, dos semanas como oruga, luego se transforman en pupas y finalmente emergen como adultos que sobreviven pocas semanas. Aunque parecen frágiles, son resistentes, logrando migrar cientos de kilómetros.