A pesar de que corrió mucha agua bajo el puente, llegó el momento de dar vuelta la página. El ataque violento de los hinchas de Atlético Concepción a los jugadores de Sportivo Guzmán durante el partido correspondiente al Torneo Regional Federal Amateur dejó cicatrices profundas en ambos equipos. La victoria por 3 a 0 para los “Julianos” pasó a segundo plano ante la agresión sufrida. Ahora, después de varias semanas de incertidumbre, los dos equipos se volverán a ver las caras en la semifinal de la Liga Tucumana, programada para este jueves, en el estadio de All Boys. Si bien se disputará a puertas cerradas, con un fuerte operativo de seguridad, lo que más pesa es lo emocional.
En el conjunto de Villa 9 de Julio, el regreso a la competencia fue un proceso complicado, y las secuelas emocionales del ataque siguen presentes.
“En los días posteriores, muchos de nosotros no terminábamos de caer en lo que había pasado. Los más grandes éramos los que nos dábamos cuenta más rápido. Es algo que no se puede explicar del todo. Yo siempre digo lo mismo: una cosa es contarlo y otra es haberlo vivido. Todavía siento que no hay conciencia de lo grave que fue. Algunos de nosotros podríamos haber muerto, y creo que nadie realmente se pone en nuestro lugar”, recordó con dolor el delantero Nelson Martínez Llanos.
No obstante, la tensión crece cuando Santiago Yuretic, lateral izquierdo del “Juliano”, expresa cómo se vivió el proceso de superación.
“Nuestros familiares y el club nos pidieron que estemos tranquilos, que juguemos nuestro partido y que hagamos nuestro trabajo, sin importar el resultado. Queremos que todo termine en paz. Es cierto que los ánimos están caldeados, pero nosotros vamos a enfocarnos en jugar. Si nos toca ganar, será bienvenido, y si no, levantaremos la cabeza y seguiremos adelante”, dijo el defensor. “Somos un grupo muy unido y fuerte. Entre todos nos apoyamos y logramos salir adelante. Gracias a Dios y a la Virgen, los chicos que estaban lesionados ya se están recuperando al 100%, y vamos a poder contar con todos para el partido contra Atlético Concepción. ”, agregó Yuretic.
El pensamiento de los jugadores del “Juliano” es claro: a pesar de lo sucedido, su motivación sigue siendo fuerte.
“Fueron días duros, porque lo que pasó se hizo público en todos lados. Nos llegaron muchos mensajes y, honestamente, fue muy movido. Pero tuvimos un día de descanso, y al siguiente ya estábamos entrenando de nuevo. Seguimos en competencia y tenemos que mantenernos al ritmo, porque estamos jugando dos campeonatos: La Liga y el Regional Amateur”, aseguró el delantero Santino Lucena Chamorro. “Cuando ocurrieron los incidentes, las familias de todos los chicos estaban muy preocupadas. Ellos piensan lo mismo que muchos: que no se debería jugar este partido. Consideran que la sanción a Atlético Concepción fue muy leve y que merecían un castigo mayor. Pero el partido ya está programado, tiene fecha y lugar, así que nosotros debemos enfocarnos en jugarlo”, agregó Chamorro.
Acompañan en el dolor
Por su parte, los jugadores de Atlético Concepción, aunque no fueron los agredidos, no dejan de reflexionar sobre lo acontecido.
Matías Barboza, mediocampista de los “Leones”, compartió sus pensamientos con respecto al reencuentro con Sportivo.
“Nos estamos preparando para llegar de la mejor manera al partido. La verdad es que los hechos ocurridos en el Regional Amateur fueron muy lamentables. Al principio, no sabíamos si íbamos a jugar o no”, explicó Barboza, que recordó como vivió el plantel la situación que atravesaron sus colegas. “Sentíamos que todo el esfuerzo realizado a lo largo del año podía terminar tirado a la basura, y eso era muy desmotivador. Nos pusimos a disposición de los jugadores de Sportivo para ofrecerles nuestro apoyo y disculpas, porque ellos simplemente estaban haciendo su trabajo”, agregó el mediocampista de Atlético Concepción.
En el mismo tono, Gonzalo Ontivero, también dio su postura.
“Seguimos algo conmocionados, pero estamos todos unidos y convencidos. Ahora ya se programó la fecha; teníamos la idea de jugar la semana pasada, pero seguimos entrenando todos los días”, dijo el ex delantero del “Decano”, quien se lamentó por lo sucedido el pasado 1 de diciembre en el “Ingeniero José María Paz”.
“Es una lástima que haya terminado así. No nos esperábamos eso y, hasta podría habernos pasado a nosotros. Gracias a Dios, no pasó a mayores y se puede contar, pero ya pasó. Las amenazas que hubo ya quedaron atrás, y ninguno más recibió mensajes”, añadió Ontivero, sobre los mensajes que le llegaron a los futbolistas que anticipaban un posible enfrentamiento entre ambas parcialidades.
El jueves, en el estadio de All Boys, se vivirá un partido cargado de emociones. Más allá de la revancha deportiva, este duelo será también una oportunidad para reflexionar sobre lo sucedido y recordar que el fútbol debe estar por encima de cualquier tipo de violencia.
Ambos equipos saben que tienen una gran responsabilidad, no solo con sus hinchas, sino también con el fútbol en sí mismo.