Los peces de plata, con su característico color plateado brillante, son visitantes indeseados en muchos hogares. Estos pequeños insectos se esconden en rincones como baños y cocinas, y pueden causar daños a libros, papeles y otros materiales.

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Estos suelen aparecer cuando hacemos limpieza o movemos muebles. Aunque no son peligrosos para los humanos, los especialistas indican que la aparición de los peces de plata se debe a un importante problema en nuestra casa y que debemos resolver en lo inmediato.

¿De qué nos alertan los peces de plata?

Ocurre que por sus propias características, los peces de plata indican que en los ambientes y en las paredes hay humedad; un inconveniente que, si no se soluciona a tiempo, puede tener consecuencias preocupantes, peligrosas y, por sobre todo, costosas de resolver.

Como describe The Mirror en un artículo sobre el tema, si no se controla, la humedad puede causar varios y catastróficos daños: desde que los ladrillos se agrieten, las vigas o el yeso se pudran y las esporas de moho se propaguen, hasta la destrucción de la estructura misma de su casa.

Obviamente, las causas que la provocan pueden ser muchas -caños con pérdidas, filtraciones o simplemente mala ventilación, pero lo importante es detectarla y resolverla a tiempo. Y esa función de alerta es la que cumplen los peces de plata.

¿Qué son los peces de plata?

El pez de plata (Lepisma Saccharina) es un insecto común que se alimenta de restos orgánicos como cartón, restos de papel, moho, azúcares o restos de tejidos, entre otras cosas.

Conocido también como "bicho de la humedad", además de dar cuenta de los problemas estructurales que puede tener la vivienda, también provoca la presencia de ácaros o la aparición de otros insectos.

Amantes de la oscuridad y los entornos húmedos, los peces de plata usualmente nacen entre las grietas de las paredes y se desarrollan en los lugares más sombríos de la casa, como los huecos de los muebles que se mueven poco, las cocinas y los baños.

Se puede terminar con ellos rociando alcohol etílico en la zona en la que los encontramos, aconseja Elperiodico.com. También se puede poner ácido bórico en las juntas de las baldosas del baño o la cocina o esparcir diatomita o tierra de diatomeas por la zona, lo que hará que el insecto se seque y muera.