El deporte de los puños se encuentra en duelo tras el inesperado fallecimiento del boxeador estadounidense Paul Bamba, quien murió a los 35 años, apenas una semana después de alcanzar el mayor logro de su carrera: conquistar el título crucero de oro de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) tras vencer al mexicano Rogelio Medina Luna en Nueva Jersey.  

La noticia fue confirmada este viernes por su representante y amigo cercano, el reconocido músico Ne-Yo, a través de un comunicado conjunto con la familia del deportista. "Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de Bamba, un ser extraordinario cuyo amor y luz dejaron una huella imborrable en quienes tuvieron la suerte de conocerlo", expresaron. Aún no se han dado a conocer las causas de su muerte, lo que ha generado desconcierto entre sus seguidores y colegas del mundo del boxeo.  

Bamba había cerrado un 2024 histórico, con 14 victorias por nocaut que lo colocaron como una de las figuras emergentes más relevantes de la división. Su desempeño en el cuadrilátero fue tan impresionante que llegó a superar la marca de 13 nocauts en un año, registrada por Mike Tyson en 1986. Aunque las comparaciones con la leyenda del boxeo siempre generan debate, nadie podía negar que el estadounidense estaba viviendo un momento dorado en su carrera.  

La comunidad del boxeo reaccionó conmocionada a la noticia. Figuras como Jake Paul y KSI expresaron sus condolencias en redes sociales, mientras que la cuenta oficial de la AMB publicó un emotivo homenaje con imágenes del campeón. "RIP Paul Bamba", escribió brevemente Jake Paul, quien había sido retado públicamente por Bamba tras su última pelea.  

A pesar de su edad, Bamba ocupaba el 12° lugar en el ranking de la AMB, con perspectivas de seguir ascendiendo en un deporte que muchas veces parecía haber dejado atrás a los atletas mayores de 30 años. En un mensaje reciente, el boxeador había compartido su orgullo por lo logrado este año: "2024 fue un año lleno de desafíos, pero cumplí mi objetivo. Superé obstáculos, me mantuve enfocado y alcancé lo que parecía imposible".  

El legado de Paul Bamba no solo queda en sus logros deportivos, sino en el impacto emocional que tuvo en sus seguidores y en la pasión que demostró por el deporte. La incertidumbre sobre las circunstancias de su muerte ha dejado a sus fanáticos esperando respuestas, pero su lugar en la historia del boxeo ya está asegurado.