Eugenia Bosco, medallista olímpica y figura del deporte argentino, la joven nacida en San Pedro, provincia de Buenos Aires, tiene una historia que no solo habla de logros deportivos, sino también de un proceso personal de sanación y denuncia.
Desde pequeña, Bosco mostró una inclinación por el deporte, siguiendo los pasos de su hermano Santiago, con quien compitió en el Mundial de 29er. A los ocho años, comenzó su carrera en la vela en el Yacht Club Olivos, donde desarrolló su talento en la categoría Optimist. Sin embargo, en esos primeros años de su formación, Eugenia sufrió un abuso por parte de su entrenador, hecho que recientemente ha revelado públicamente.
Su camino deportivo fue guiado por la pasión por el yachting, y con el tiempo se consolidó como una de las grandes promesas argentinas. En los Juegos Olímpicos de París 2024, Bosco alcanzó la medalla de plata en la clase Nacra 17, junto a su compañero Mateo Majdalani. La destreza que mostró en la competencia no pasó desapercibida, y la delegación argentina eligió a Eugenia como abanderada de la ceremonia de clausura, un reconocimiento a su dedicación y esfuerzo.
No obstante, el momento más importante de su vida, el que la proyectó hacia la cima del deporte, también estuvo marcado por un proceso personal profundo. Tras los Juegos Olímpicos, Eugenia decidió enfrentar su pasado y denunciar el abuso que había sufrido en su adolescencia. En una entrevista Eugenia contó cómo este trauma, durante años reprimido, salió a la luz tras ver el documental Atleta A, que narra los abusos sufridos por gimnastas de élite, como Simone Biles, a manos del médico Larry Nassar.
“Sabía que algo dentro de mí no encajaba, pero no sabía de dónde venía. Cuando vi ese documental, todo volvió a mi mente y entendí muchas cosas. Comencé a reconocer mi dolor y a procesarlo”, relató Bosco, quien durante mucho tiempo vivió con el sentimiento de culpa. “Pasé por muchas etapas de vergüenza, de pensar que era mi culpa. Después entendí que era una niña, que no tenía control sobre esa situación”, agregó.
Hoy, Eugenia vive en Vigo, España, y sigue avanzando en su carrera deportiva. Junto a Mateo Majdalani, está comenzando la preparación para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.