El delantero de Lanús, Leandro Díaz, se hizo nuevamente notar en el fútbol argentino, pero no por sus habilidades dentro del campo, sino por un incidente violento que tuvo lugar durante un amistoso entre su equipo y Tigre, disputado en el predio Lionel Andrés Messi en Ezeiza. Lo que debería haber sido una mañana tranquila de pretemporada se convirtió en un verdadero escándalo cuando el jugador, conocido por su temperamento volcánico, desató su furia contra dos rivales.
El episodio comenzó cuando, en una de las últimas jugadas del segundo amistoso de la jornada, Díaz se enfrentó a un juvenil de Tigre y, cuando este cayó al suelo, le lanzó una patada sin mediar provocación. Esta acción generó la reacción inmediata de Alan Barrionuevo, defensor de Tigre, quien salió en defensa de su compañero. Sin embargo, Díaz, lejos de calmarse, respondió con una trompada directa al rostro de Barrionuevo, quien terminó con heridas en la boca y se vio obligado a abandonar el campo, escupiendo sangre y siendo trasladado a una clínica cercana para ser atendido. Según los primeros informes, la trompada de Díaz le causó la fractura de algunos dientes y daños en la encía, lo que podría implicar una recuperación de varias semanas.
Este violento incidente no pasó desapercibido para los presentes, incluidos los dirigentes de Lanús, que se encontraban observando el encuentro desde el banco de suplentes. La reacción en el vestuario de Lanús fue inmediata: Díaz, quien ya había generado algunas tensiones en el grupo y con la dirigencia, quedó prácticamente fuera del plantel. El director técnico Mauricio Pellegrino había planeado contar con él para la temporada 2025, pero este nuevo escándalo parece haber sido la gota que rebalsó el vaso.
El comportamiento de Díaz fue rápidamente condenado por sus compañeros y por la dirigencia, quienes ahora están evaluando su salida del club antes de que termine el contrato, que actualmente lo vincula con Lanús hasta diciembre de 2025. A pesar de sus destrezas futbolísticas, el jugador parece haber llegado al límite de su estadía en el club, y la dirección deportiva ya busca una resolución de este conflicto, que podría incluir una rescisión de contrato. En cuanto al futuro inmediato de Díaz, todo indica que se entrenará con la reserva mientras se define su situación.
Este escándalo empañó el amistoso de pretemporada y también deja una nueva marca en la carrera de Leandro Díaz, quien ha sido conocido por sus exabruptos dentro y fuera del campo. Sin dudas, este episodio marcará un antes y un después en su paso por Lanús.