En medio de las vacaciones de verano y el entretenimiento que locales y turistas buscan para pasar estos días, en Tafí del Valle habrá hoy una propuesta diferente. Allí la escritora Cristina Bulacio presenta “Borges: no sé cuál de los dos escribe esta página “.
“Borges pertenece a esa raza de escritores que desaloja lo cotidiano de la lengua para hacerla resplandecer y conducirla a decir otras cosas”, analizaba la escritora tucumana en diálogo con LA GACETA, un par de años atrás sobre la figura del escritor, poeta, ensayista y traductor argentino, que atravesó con su talento a la literatura mundial.
Y añadió: “Él vacía las palabras de sus sentidos habituales para volcar en ellas los nuevos e inesperados significados que aluden a esa otra realidad. Los hombres -no todos, por cierto, solo algunos elegidos-, insistentemente han pensado estas cuestiones”.
La cita de hoy tiene como hora prevista de inicio las 18 y el punto de encuentro será La Solieraga. La entrada será libre y gratuita para todos aquellos que quieran empaparse y adentrarse en el mundo del autor que contribuyó con sus obras a la literatura filosófica, al género fantástico y al posestructuralismo, e influyó profundamente en el realismo mágico de la literatura latinoamericana.
Reflexiones
La elección de escribir y ahondarse en Borges, para esta autora tiene varias razones, pero sólo para mencionar alguna indicó: “él tiene la capacidad de producir esa extraña fascinación que sólo los grandes pueden hacerlo. Después ya no podés dejarlo”.
“Es que yo creo que Borges no hace literatura sino que él es literatura. Por eso no es inocuo como otros autores. Es como Shakespeare o como Dante, que nos conmueven profundamente porque nos hablan de nosotros mismos. La gran literatura no es inocua porque nos dice cosas de nosotros mismos. Por eso mismo no pierden actualidad, como Borges”, destacó la autora de ya cuatro obras sobre el escritor.
También comentó que para leer sus obras él exige un sustento filosófico ya que fue un pensador.
“Cuando uno transita el pensamiento de un autor como Borges, con esa envergadura, la vida cambia, porque hay un permanente ir y venir entre la interpretación de uno y lo que Borges nos dice. No es lo mismo leer Borges que no leerlo, la vida cambia”, aseveró la mujer que continuará con sus reflexiones esta tarde.