Javier Milei asistió a la ceremonia de asunción de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos en el Capitolio, donde fue ubicado junto a la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, y el vicepresidente de China, Han Zheng. Antes del evento, Trump y su familia participaron en un servicio religioso en la iglesia episcopal St. John, cerca de la Casa Blanca, siguiendo una tradición presidencial iniciada por Franklin Delano Roosevelt en 1933. Milei, acompañado por su hermana Karina, también estuvo presente en la iglesia, donde un encuentro casual con Trump rompió el formalismo del momento al tomarse varias selfies con él y su familia.
Durante la ceremonia en la Rotonda del Capitolio, Milei compartió conversaciones con Meloni, con quien mantiene afinidad ideológica y personal tras varias reuniones previas. Su ubicación cercana a expresidentes como George W. Bush, Bill Clinton y Barack Obama subrayó la relevancia del acto. En un gesto protocolar, intercambió saludos con Han Zheng, el enviado de Xi Jinping, mientras las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China se mantenían latentes, enmarcadas por ciberataques, amenazas a Taiwán y el apoyo chino a Rusia en la guerra contra Ucrania.
El clima gélido y la seguridad extrema dominaron la jornada en Washington, donde la presencia de Milei reflejó su inserción en la política internacional. Al finalizar la ceremonia, se dirigió a su hotel en Georgetown, mientras Meloni optó por almorzar en un restaurante emblemático de la ciudad. A la noche, Milei tenía previsto asistir a la gala inaugural Starlight, acompañado por miembros clave de su gobierno, donde se esperaba la presencia de Trump y su gabinete.
Tras su participación en la ceremonia y los eventos oficiales, Milei partirá hacia Davos para asistir al Foro Económico Mundial, consolidando su agenda internacional en un contexto de desafíos económicos y políticos globales.