El Gobierno tomó una medida que endurece su trato a los presos de alto riesgo, tras una sospecha del Ministerio de Seguridad Nacional sobre un mecanismo para violar los controles y enviar mensajes a las bandas delictivas. Ahora, directamente se les prohíben el contacto físico y tendrán que comunicarse con las visitas en un locutorio, como en las escenas conocidas de las cárceles de Estados Unidos.

Los presos considerados de alto riesgo podrán recibir la visita de hasta dos familiares directos mayores de 16 años, y de sus hijos menores, cada 15 días, y los encuentros se harán exclusivamente en los locutorios.

A través de una resolución publicada este miércoles en el Boletín Oficial, el Ministerio que conduce Patricia Bullrich implementó "modificaciones para neutralizar las mafias intra carcelarias y controlar las visitas autorizadas" a los presos incorporados en el Sistema Integral de Gestión para presos de Alto Riesgo en el Servicio Penitenciario Federal.

Según el Ministerio, que por los protocoles de seguridad que se aplican desde el año pasado, los presos "estarían intentando utilizar una nueva estrategia para sortear los controles"; usan a sus familiares directos y a sus abogados defensores como medio de transmisión de órdenes e instrucciones al exterior.

La medida se conoció cuando el diputado libertario José Luis Espert, con aspiraciones a gobernador y referente de las ideas de mano dura en la provincia de Buenos Aires salió a decir que a "los chorros" hay que "llenarlos de agujeros" y "colgarlos en la plaza pública".

Según datos del Ministerio, durante el 2024, se ordenó la detención de nueve familiares directos y de dos abogados defensores por delitos previstos en la Ley N° 23.737, asociación ilícita, amenazas, incendio y secuestro extorsivo, entre otros.

Incluso el miércoles de la semana pasada, los penitenciarios divisaron una hoja escrita por un preso de alto riesgo que se lo entregaba a su madre que lo visitaba. En ella, se impartían órdenes claras para que se sigan cometiendo delitos. La visitante quedó detenida por orden de la Justicia.

Cuáles son las nuevas restricciones

Entre las medidas dispuestas, se determina que cada interno incorporado en el “Sistema Integral podrá recibir la visita de hasta dos familiares directos mayores de 16 años. Asimismo, esta visita se realizará sin contacto, es decir, a través de locutorio; cada 15 días y con una duración de 60 minutos. Además podrán recibir la visita de sus hijos menores de 16 años, que se realizará sin contacto, es decir, a través de locutorio; cada 15 días y con una duración de 60 minutos.

El Servicio Penitenciario Federal deberá requerir a la autoridad judicial a cuya disposición se encuentre detenido cada interno y al Ministerio Público Fiscal que por jurisdicción corresponda, que se informe si existe algún impedimento para autorizar las visitas de cada uno de los familiares directos solicitados por los internos incorporados en el sistema. Una vez revocada la autorización de un visitante por parte de un preso, no podrá volver a solicitar que sea autorizado en un plazo de seis meses.

La medida dispone además, que no se autorizará el ingreso como visita a personas que hayan sido condenadas o que se encuentren investigadas por la posible comisión de un delito. A su vez, los internos incorporados a este protocolo no podrán recibir visitas de apoderados ni de allegados.