Si algo caracteriza a Villa Nougués es el sentido de pertenencia. En esta edición de las Intervillas, la delegación llegó con 70 participantes, un número que, para una villa tan chica, representa un triunfo antes de competir. Pero no fue casualidad. Detrás de este grupo hay una organizadora nata, una líder que hace cinco años tomó la posta con un objetivo claro: que su villa tenga un equipo fuerte y numeroso.
Consuelo Terán se puso la “10” y, con “labia”, chamuyo y motivación, logró convencer a todos de sumarse. “En octubre empecé con el trabajo fino para armar el equipo”, cuenta Consuelo la presidenta de la delegación, y también una de las jugadoras más activas. Se anotó en pádel, vóley y fútbol, los mismos deportes que entrenaron en la cancha de tenis de su villa. Claro, la tarea más difícil para ella fue la organización. “Sumarlos no fue difícil, pero sí había que ordenar todo”, admite.
En Villa Nougués son prácticamente una familia gigante. Literalmente. Cada integrante de la delegación es descendiente de Luis Nougués, fundador de la villa. Esa unión se siente en la cancha y también en la hinchada, que se convirtió en la más ruidosa del torneo. “Estamos todo el tiempo consultando qué pasa en cada partido y vamos a alentar”, dice Consuelo mientras su hermana Guadalupe asiente. “Este año quisimos mejorar el grupo humano, por eso decidimos ir todos al mismo hospedaje para estar juntos y compartir”, explica Guadalupe. “Si lo organiza Consuelo, yo me sumo”, agrega.
Alegría por las nuevas ideas y propuestas para las Intervillas
El recambio generacional no sólo se dio en Villa Nougués, sino también en la organización del evento. Las nuevas camadas tomaron la posta y trajeron consigo nuevas ideas como la incorporación de más disciplinas. “Es un golazo”, dice Guadalupe, y recuerda cómo sus padres les inculcaron la pasión por competir. “Escuchar sus anécdotas nos llenaba de emoción”, confiesa.
Hoy, ellas y su equipo continúan con el linaje familiar en las Intervillas, con la misma pasión con la que lo hicieron sus padres y sus abuelos. La única diferencia es que ahora, la hinchada es más grande y el legado, más fuerte. (Producción periodística: Sofía Lucena)