Mauricio Macri no asistirá el próximo sábado a la Asamblea Legislativa donde el presidente Javier Milei inaugurará el período de sesiones ordinarias del Congreso. Fuentes cercanas al ex mandatario aseguran que no han recibido una invitación formal por parte de la Casa Rosada para participar en el evento. Esta ausencia se produce en un contexto de creciente tensión entre el PRO y La Libertad Avanza, especialmente tras la reciente designación por decreto de los jueces Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla en la Corte Suprema, decisión que ha generado divisiones internas en el macrismo.
Durante una reunión de la Mesa Ejecutiva del PRO, encabezada por Macri, se evidenciaron discrepancias respecto a los nombramientos en la Corte. Mientras algunos dirigentes, como Guillermo Montenegro y Diego Santilli, se mostraron reticentes a emitir un comunicado oficial sobre el tema, otros compartieron las críticas de Macri hacia Lijo. Estas diferencias impidieron que el partido adoptara una postura unificada al respecto.
La relación entre el PRO y La Libertad Avanza se ha deteriorado, complicando la posibilidad de una alianza electoral. Macri ha manifestado su descontento con el gobierno de Milei, aunque busca mantener una relación cordial con el presidente. Sin embargo, su desavenencia con Santiago Caputo, asesor presidencial, es notable y se considera un obstáculo para cualquier entendimiento político entre ambos espacios.
En este clima de distanciamiento, la ausencia de Macri en la apertura de sesiones del Congreso refleja las tensiones actuales y la falta de consenso entre las fuerzas políticas. La situación plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre el PRO y La Libertad Avanza, así como sobre las estrategias electorales de cara a los próximos comicios.