Considerando la vergonzosa y desastrosa situación que hace más de un año venimos soportando, llama la atención no haber leído ninguna carta en este espacio con disculpas de alguno de los iluminados que hicieron posible la llegada a la presidencia de un libertario depredador como Milei. Era más que evidente el destino que nos esperaba si el hombre que en su campaña aseguraba que era un “topo que venía a destruir el país” se instalaba en Casa Rosada. Consecuente con sus intenciones, procedió a destruir buena parte de la industria, muchas PyMEs, la agresión contra la educación en todos sus niveles, y lo más abominable fue el ensañamiento contra todo lo concerniente a la salud pública y a la justicia social. Para cometer estos desastres, contó con la complicidad de un Congreso cargado de irresponsables. Si todo esto fuera poco, en estos momentos, se encuentra comprometido como principal operador de una gran estafa a nivel internacional efectuada con criptomonedas denominadas Libra. Para esta maniobra necesitó asociarse con extranjeros expertos en este tipo de estafas. En su carácter de presidente, procedió a promocionar personalmente con su nombre la colocación de miles de dólares en estas monedas. Quienes conocían la maniobra se beneficiaron comprando de inmediato grandes sumas por centavos, lo que les permitió que luego las vendieran a un precio cinco veces mayor. Este aquelarre en el entorno del Ejecutivo no hace más que incrementar la pobre imagen de Argentina y de los argentinos ante el mundo. Imagen conseguida por Milei mediante sus disparatados discursos inconexos que pronunció en cada reunión internacional.
Humberto Hugo D'Andrea
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