WASHINGTON, Estados Unidos.- En el reciente enfrentamiento entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su par ucraniano Volodmir Zelenski, una frase pasó desapercibida, pero dijo mucho sobre la cercanía que el líder estadounidense cree tener con su homólogo de Rusia, Vladimir Putin.
“Déjenme decirles, Putin pasó por un infierno junto a mí”, expresó Trump el 28 de febrero durante un choque sin precedentes y muy público en la Casa Blanca.
Según el magnate republicano, Putin “pasó por una falsa cacería de brujas”, en referencia a una investigación durante su primer mandato sobre si su campaña electoral de 2016 coludió con el gobierno de Moscú.
Aunque el Kremlin negó esa acusación, Trump parece percibir que el incidente forjó un sentido de solidaridad entre ambos.
El día anterior al choque con Zelenski, durante conversaciones con el primer ministro británico, Keir Starmer, Trump aseguró que creía en que Putin “cumpliría su palabra”. “Hablé con él, lo conozco desde hace mucho tiempo”, subrayó.
Para Sasha de Vogel, directora asociada del Laboratorio de Política Autoritaria de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill, Trump “ve a Putin casi como una figura aspiracional”.
“Trump ve a Putin como un hombre fuerte, un líder que toma decisiones en las situaciones en las que se ve involucrado, que ha hecho de Rusia un país mucho más fuerte en el escenario mundial durante su mandato, y Trump quiere tener ese mismo tipo de posición”, explicó. Sin embargo, la investigadora cree que Trump “sobreestima su relación”.
Macron: “Rusia no parará en Ucrania y es una amenaza para Francia y Europa”“Putin no es un hombre de negocios del que Trump pueda ganarse la confianza. Putin es un político muy experimentado y altamente estratégico”, dijo, y agregó que el ex agente de la KGB “no opera en los mismos términos de simpatía y antipatía personal”.
Otros expertos señalan una cierta convergencia ideológica entre el veterano líder ruso y el nuevo gobierno liderado por Trump.
Putin espera “volver a un modelo de política de gran potencia, donde Estados Unidos y Rusia puedan negociar como iguales y acordar esferas de influencia”, escribió Natia Seskuria, investigadora del Royal United Services Institute, en la revista Foreign Policy. Según dijo, el líder ruso cree que todo el territorio de la ex Unión Soviética es su “esfera de influencia legítima”, mientras que Trump tiene una “mentalidad expansionista” que aspira a Groenlandia, Canadá e incluso el Canal de Panamá.
Tras una larga conversación telefónica con Putin el 12 de febrero, Trump sostuvo que el presidente ruso quería la paz en Ucrania. “Creo que me lo diría si no fuera así”, expresó. En otras ocasiones, calificó a Putin como “un tipo muy inteligente”, negándose a llamarlo dictador, como sí describió a Zelenski.
“Errático” y vengativo
Trump “pretende ser querido y respetado por Putin, sin entender que la adulación será recibida con desprecio en el Kremlin”, opinó Timothy Ash, especialista en Rusia del centro de estudios Chatham House, con sede en Londres. Sin embargo, De Vogel considera que calificar a Trump de títere de Putin, como hacen algunos demócratas, es reduccionista. “Cambia de opinión con bastante rapidez. Está impulsado por la emoción, la venganza personal y cosas así”, afirmó. “Y por eso también es errático como socio de Rusia”, acotó.
Durante su primer mandato en la Casa Blanca (2017-2021), Estados Unidos no fue tan favorable a Moscú como esperaba el Kremlin. Trump aceptó vender misiles antitanque Javelin a Kiev y su administración impuso una serie de sanciones a Rusia.
Trump ordena paralizar toda la ayuda militar en curso a UcraniaEl líder estadounidense volvió a sorprender el viernes, escribiendo en su plataforma Truth Social: “Basándome en el hecho de que Rusia está ‘machacando’ a Ucrania en el campo de batalla en este momento, estoy considerando seriamente sanciones bancarias, otras sanciones y aranceles a gran escala contra Rusia”. Poco después, en una rueda de prensa, el tono de Trump se volvió conciliador, al señalar que era “más fácil” tratar con Rusia que con Ucrania. “Siempre he tenido una buena relación con Putin”, dijo. “Creo que va a ser más generoso de lo que tiene que ser, y eso es bastante bueno”, enfatizó el líder republicano.
El futuro de Ucrania
Mientras Trump decide si revierte el congelamiento de la ayuda militar a su antiguo aliado, Ucrania, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, viajó a Arabia Saudita para mantener conversaciones con el gobierno de Zelenski.
El Departamento de Estado confirmó que Rubio viajará a la reunión del Grupo de los Siete en Canadá, lo que lo convierte en el funcionario de mayor rango en visitar el país desde el regreso a la Casa Blanca de Trump.
En las conversaciones con los ucranianos en Yedá (Arabia Saudita), Rubio discutirá cómo “hacer avanzar el objetivo del presidente de poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania”, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, evitando expresiones previas a Trump, referidas a la invasión rusa de Ucrania.