
La volatilidad volvió a decir presente este lunes en el mercado global ante el temor a una recesión en Estados Unidos, producto de la guerra comercial que desató Donald Trump. En ese contexto, las acciones argentinas se hundieron hasta 11% y el S&P Merval registró su peor desempeño en ocho meses.
El índice Nasdaq lideró los descensos con un rojo de 4%, la peor caída diaria desde 2022. Entre los ADR y acciones de compañías argentinas negociadas en dólares en Nueva York también se extendieron las pérdidas, encabezadas por Edenor (-10,5%) Banco Supervielle (-9,1%) y Banco Francés (-8,2%).
En tanto, el índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires cayó 5,5%, en los 2.138.846 puntos El panel de acciones líderes anota en marzo una baja en torno al 3% tanto en dólares como en pesos. Y desde su récord -tanto nominal como real- del 7 de enero de este año, acumula en dos meses un retroceso de 25% en pesos y de 27% en dólares.
El riesgo país de Argentina, realizado por el banco JP Morgan, subió 30 unidades a 723 puntos básicos, en momentos en que los bonos en dólares promediaron una baja de 1,5%.
Temor mundial
Las declaraciones de Trump el fin de semana no ayudaron a los mercados. El mandatario declinó, en una entrevista divulgada este domingo, vaticinar si habrá o no recesión en Estados Unidos este año. "Detesto predecir cosas como esas", le señaló a la cadena Fox News, que le consultó directamente sobre una posible recesión en la economía estadounidense en 2025.
"Hay un período de transición, porque lo que estamos haciendo es muy grande. Estamos trayendo la riqueza de vuelta a Estados Unidos", afirmó. "Toma un poquito de tiempo", añadió el mandatario republicano.
La suba de aranceles y amenazas de tasas comerciales de Trump contra los vecinos Canadá y México, además de China y otros países, sumieron a los mercados financieros estadounidenses en una tormenta y llenaron de incertidumbre a los consumidores. Wall Street cerró el viernes pasado su peor semana bursátil desde la elección presidencial de noviembre pasado.
Este contexto externo no ayuda a los activos argentinos que no pueden sostener un rebote, ni en medio de las expectativas por el inminente acuerdo entre el Gobierno y el FMI.