El papa Francisco, de 88 años, continúa internado en el hospital Gemelli de Roma tras haber sido ingresado el 14 de febrero por una bronquitis que derivó en una doble neumonía. Según informó este miércoles el Vaticano, el pontífice "pasó una noche tranquila" y su estado de salud muestra una leve mejoría, aunque el cuadro sigue siendo complejo.

A pesar de que su vida ya no corre peligro inminente, aún no hay una fecha definida para su alta. El último parte oficial, emitido el lunes por la noche, indicó que el pronóstico dejó de ser "reservado", lo que genera expectativas sobre cuándo podrá abandonar el hospital y retomar sus actividades habituales.

El martes, el Vaticano indicó que el jefe de la Iglesia católica se mantuvo "estable".

Uno de los principales interrogantes es si Jorge Bergoglio podrá participar en los actos de la Semana Santa, que se celebrará entre el 13 y el 20 de abril. Sin embargo, fuentes vaticanas negaron que se estén llevando a cabo preparativos en la residencia Santa Marta, lo que sugiere que su regreso aún no es inminente.

Mientras tanto, el Vaticano no ha difundido un nuevo parte médico, pero aseguró que el líder de la Iglesia católica se mantiene estable. La evolución de su estado de salud sigue siendo un tema de gran interés para la comunidad católica y el mundo en general.