El cambio climático está transformando el mundo a un ritmo alarmante, y Argentina no está exenta de sus efectos. En los últimos años, las advertencias sobre el aumento del nivel del mar y sus consecuencias para las regiones costeras cobran fuerza. Ahora, estudios recientes revelan un dato preocupante: dos provincias argentinas podrían quedar cubiertas de agua antes de que termine el siglo.
Las ciudades argentinas que quedarían sumergidas bajo el agua en 75 añosAunque las causas de esta amenaza están siendo investigadas, el riesgo es real y podría provocar consecuencias geográficas, sociales y económicas de gran magnitud. La posibilidad de que partes del territorio nacional desaparezcan bajo el agua obliga a repensar las estrategias de adaptación y protección frente a este fenómeno global.
¿Por qué dos provincias argentinas podrían desaparecer bajo el agua antes de 2100?
El cambio climático y el consecuente aumento del nivel del mar representan una amenaza significativa para las regiones costeras de Argentina. Estudios recientes indican que, en un plazo de 75 años, partes de las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos podrían quedar sumergidas bajo el agua debido a este fenómeno.
Según un informe de Climate Central, una organización de meteorólogos sin fines de lucro, el incremento de la temperatura global en 3 °C podría provocar que áreas de Buenos Aires y Entre Ríos queden bajo el agua para el año 2100.
En Buenos Aires, las zonas más afectadas serían la costa atlántica, incluyendo ciudades como Mar del Plata, Pinamar y Villa Gesell, debido a su ubicación frente al océano. Además, el Delta del Río de la Plata podría impactar a localidades como Lanús, Berazategui, Ensenada, Florencio Varela y Quilmes.
En Entre Ríos, las áreas en riesgo incluyen las cercanas a los ríos Uruguay y Paraná, afectando ciudades como Concordia, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú.
Otro estudio, publicado por científicos de la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur, proyecta una elevación del nivel del mar de hasta 1,9 metros para el año 2100, lo que podría producir cambios significativos en la topografía argentina y en los terrenos actualmente habitados.
Estos escenarios destacan la urgencia de implementar medidas de adaptación y mitigación para proteger las regiones costeras de Argentina. La planificación urbana, la construcción de infraestructuras resilientes y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero son acciones esenciales para enfrentar los desafíos que plantea el cambio climático en el país.