Con la reciente muerte del papa Francisco, el mundo vuelve su mirada al Vaticanoy a los rituales centenarios que se activan con el fallecimiento de un Sumo Pontífice. Más allá de la solemnidad, los funerales papales están llenos de detalles singulares que, a lo largo de los siglos, dieron lugar a curiosidades tan insólitas como simbólicas.
El inédito relato del papa Francisco sobre el cónclave que lo eligió como Sumo PontíficeEl martillo de plata: ¿está realmente muerto?
Una de las tradiciones más llamativas, aunque en desuso, era el uso de un martillo de plata. Al morir un Papa, el Camarlengo –la figura encargada de administrar la sede vacante– golpeaba levemente la frente del Pontífice con un pequeño martillo y lo llamaba tres veces por su nombre de pila. Si no había respuesta, se declaraba oficialmente su muerte. Esta práctica dejó de realizarse, pero el ritual sigue fascinando por su carácter casi teatral.
El anillo del Pescador: destrucción simbólica del poder
Uno de los momentos más cargados de simbolismo en los funerales papales es la destrucción del anillo del Pescador, símbolo del poder del Papa como sucesor de San Pedro. El anillo es triturado frente al Colegio de Cardenales para evitar su uso indebido, marcando el fin del pontificado.
El camarlengo Farrell elevó una oración por el papa Francisco en el traslado a la Basílica de San PedroTres féretros y un sello de plomo
El cuerpo del Papa era colocado en tres ataúdes sucesivos: uno de ciprés (que simboliza la humildad), otro de plomo (para preservar el cuerpo y contener documentos sellados), y uno final de nogal o roble. El ataúd de plomo llevaba sellos papales y solía incluir monedas acuñadas durante su pontificado, además de una copia del acta con los principales hechos de su papado. Esta práctica fue abandonada por Francisco, quien decidió usar un solo féretro, simple y de madera.
Mirá en vivo el funeral del papa Francisco desde el VaticanoLa exposición del cuerpo y los zapatos rojos
El cuerpo del Papa es velado primero en la Capilla Clementina y luego trasladado a la Basílica de San Pedro, donde miles de fieles pueden despedirse. Tradicionalmente, el Papa es vestido con vestimentas litúrgicas completas, incluyendo los famosos zapatos rojos, símbolo de su disposición al martirio y del camino que sigue a Cristo. Francisco, a diferencia de sus predecesores, usó sus tradicionales zapatos negros.
Un funeral seguido por millones
Desde el Papa Juan Pablo II, los funerales papales se convirtieron en eventos mediáticos globales. En 2005, más de 2 millones de personas asistieron a su despedida en Roma, y más de mil millones lo vieron por televisión. Es probable que la despedida de Francisco siga ese mismo camino de multitudes, emociones y cámaras encendidas.