La salud del papa Francisco: el Vaticano confirmó que los análisis mostraron una "leve mejoría"
El Sumo Pontífice permanece internado en el policlínico Gemelli de Roma desde el pasado viernes.
El Sumo Pontífice permanece internado en el policlínico Gemelli de Roma desde el pasado viernes.
Según informaron desde el Vaticano, el pontífice no asistirá a la audiencia jubilar prevista para el sábado.
Se diagnostica mediante una tomografía computada, aunque también se puede detectar con una radiografía de tórax.
La Santa Sede informó que el estado clínico del máximo representante de la Iglesia Católica se considera “complejo”, pero se mantiene de buen humor.
Por su estado de salud, el sumo pontífice no podrá presidir la misa del domingo.
El centro médico se hizo especialmente conocido luego del atentado contra San Juan Pablo II, en 1981; Francisco ya había sido hospitalizado allí en otras oportunidades
El sumo pontífice está alojado en el hospital Gemelli por una infección polimicrobiana de las vías respiratorias.
El Papa pasó una noche tranquila, desayunó y leyó los periódicos. El portavoz del Vaticano ratificó este domingo que la salud del sumo pontífice mejora en general.
El Vaticano indicó el viernes que había sido sometido a exámenes médicos.
El Sumo Pontífice había sido interndo esta mañana para continuar con su tratamiento contra la bronquitis.
El pontífice argentino, de 88 años, mostró dificultades para respirar en los últimos días.
El pontífice, de 88 años, hizo ese pedido poco después de haber iniciado el mensaje.
La bronquitis que arrastra el sumo Pontífice le impidió concluir la homilía de hoy.
Debe someterse a “valoración moral”.
“¡Eso no se hace! Esa no es la manera de resolver las cosas. Así no se resuelven las cosas”, afirmó el Papa.
El Pontífice se accidentó en la residencia de Santa Marta. El incidente no le impidió continuar con su agenda del día.
"Aprendamos a cuidar de toda cria", afirmó el sumo pontífice.
María Antonia Paz y Figueroa fue canonizada por el papa Francisco en la Basílica de San Pedro el pasado 11 de febrero.
“Que cese el fuego y se liberen los rehenes”, afirmó en su mensaje en la plaza de San Pedro ante unas 30.000 personas.
El Sumo Pontífice presidió, en la basílica de San Pedro, la tradicional Misa de Gallo.