Un fallo reciente de la Justicia tucumana marcó un precedente relevante en la lucha contra la violencia en los estadios. La jueza Eliana Karina Gómez Moreira rechazó un acuerdo económico impulsado por el Ministerio Público Fiscal (MPF) en favor de Franco Morales, acusado de provocar destrozos en el estadio de San Martín durante un partido frente a Gimnasia de Mendoza, disputado el 1 de diciembre de 2024.
El hecho que se investiga ocurrió en uno de los palcos oficiales del estadio, donde Morales habría roto un vidrio. Por ese acto fue imputado por daños, y ofreció una reparación económica de un millón de pesos para evitar un juicio, con el aval del MPF. Sin embargo, los representantes legales del club se opusieron desde un primer momento. Argumentaron que el episodio no podía ser tratado como un daño patrimonial común, sino como un acto enmarcado en la violencia en espectáculos deportivos, que exige ser investigado bajo las leyes nacionales 23.184 y 24.192, que prevén penas agravadas en estos contextos.
La jueza coincidió con ese planteo: “No era una relación entre simples particulares. Nos encontrábamos ante un espectáculo público, con presencia de familias, niños y mujeres. Hay un interés público prevalente que no puede ser ignorado”, sostuvo en su resolución. Y remarcó que el “criterio de oportunidad” —una herramienta que permite evitar el juicio a cambio de una compensación económica— no puede aplicarse cuando hay un interés social comprometido ni cuando la víctima se opone con argumentos fundados.
Para el club, la resolución representa un mensaje claro a la comunidad. “Esta vez la Justicia escuchó. No se puede minimizar la violencia en los estadios ni cerrar causas con plata. La cancha debe seguir siendo un espacio seguro para toda la familia”, afirmaron desde la institución.
Por orden de la jueza, la causa fue devuelta al MPF para que se designe una fiscalía especializada y se inicie una investigación integral. Desde la querella insistieron en que no se trata de un incidente aislado, sino de un hecho que debe investigarse en profundidad para desalentar futuras conductas violentas.