Inter Miami logró reponerse a tiempo y dio un paso clave en el Mundial de Clubes. Tras el empate con Al Ahly, el equipo de Javier Mascherano sabía que no podía perder ante Porto si quería seguir con chances. En el Mercedes-Benz Stadium, el inicio fue cuesta arriba: el árbitro Cristián Marcelo Garay Reyes cobró penal tras revisar el VAR, y Samu Aghehowa lo cambió por gol para los lusitanos.

Las Garzas quedaron en desventaja y necesitaban una reacción urgente para mantenerse con vida en el certamen. En el segundo tiempo, un desborde de Marcelo Weigandt terminó en una gran asistencia para Telasco Segovia, que fusiló a Claudio Ramos y marcó el empate. Poco después, el momento más esperado llegó con el sello del ídolo: Lionel Messi ejecutó un tiro libre perfecto y clavó la pelota en el ángulo para sellar el 2 a 1.

La obra del rosarino volvió a despertar admiración a nivel mundial. En El Chiringuito, el periodista Matías Palacios lo relató con emoción desbordante: “¡Lo hizo el mejor de todos! ¡Sigan diciendo que está acabado! ¡Sigan diciendo que ya no es más el que era! ¡Siempre está vivo! ¡Sigue vigente! ¡Gracias por tu fútbol, Lionel Andrés Messi! ¡Sos todo, Leo, siempre en nuestros corazones!”.

A su lado, el histórico Lobo Carrasco no contuvo las lágrimas al ver la obra de arte del argentino y ofreció un análisis con el corazón en la mano: “Es el campeón del mundo y lo demuestra con esos toques. Técnicamente tiene una superioridad enorme. Hay que saber gestionar las faltas y él ha mirado que no tenía casi hueco por la izquierda y apostó por un sitio en el que un zurdo que no tenga su calidad nunca apostaría”.

Un nuevo récord y lo que viene

El golazo de tiro libre de Messi lo elevó en una tabla histórica: alcanzó los 68 tantos de pelota parada y superó al serbio Sinisa Mihajlović. Ahora se ubica sexto, por detrás de los brasileños Marcelinho Carioca (78), Roberto Dinamite (75), Juninho Pernambucano (72), Marcos Assunção (69) y Zico (68). Otro registro más que confirma su vigencia.

El Inter Miami ahora se enfrentará a Palmeiras, con la tranquilidad de saber que un empate los clasifica a ambos a los octavos de final. En cambio, Porto, que no logró estar a la altura, deberá apelar al milagro ante Al Ahly. La decepción fue tal que la continuidad de Martín Anselmi como entrenador ya comenzó a estar en duda.