Un 17 de junio de 2023, los “Naranjas” cayeron 32-31 con Salta, en un amistoso que tuvo la Copa Güemes en juego. Dos años más tarde, el seleccionado tucumano volvió a las canchas para enfrentar al mismo rival, y con el mismo trofeo en disputa. Y esta vez, hubo revancha: en Gimnasia y Tiro, el equipo dirigido por Diego Vidal se impuso 31-26, tras un final para el infarto.
Tras un comienzo accidentado por la lesión del fullback de Huirapuca, Juan de la Cruz Molina, el juego se detuvo varios minutos. El jugador debió ser retirado en ambulancia tras sufrir una luxación en el hombro. Salta golpeó primero. Tras recuperar la pelota en campo propio, el seleccionado local movió la pelota de izquierda a derecha, y por la punta sobró Baltazar García, wing que formó parte de Tarucas en el Súper Rugby Américas, y que sin marca apoyó el primer try del partido, convertido por el experimentado fullback Federico Salazar.
Pese a encontrarse rápidamente en desventaja, Tucumán no se alteró. Con mucha firmeza en las formaciones fijas, y una presión asfixiante, empezó a dominar el juego, ante un Salta que prácticamente nunca pudo encadenar varios pases seguidos en una misma jugada, y se vio obligado a defender.
Y justamente, las formaciones fijas fueron la vía para inclinar la balanza a favor no solamente en el trámite, sino también en el resultado. A los 14 minutos, tras ir al touch en un penal, los “Naranjas” apelaron al line y maul. Los forwards tucumanos se llevaron puestos a los salteños, y el hooker de Cardenales, Isaac Bravo, apoyó para, con la conversión posterior de otro “Purpurado”, Ignacio Cerrutti, igualar las acciones.
La superioridad empezó a ser claramente tucumana, de la mano de una buena conducción de Cerrutti y del medio scrum de Lawn Tennis, Santiago Saleme. Pero sobre todo, la diferencia entre ambos seleccionados, al menos en la primera mitad, se notó en las formaciones fijas. Tras una gran patada 50-22 de Cerrutti, Tucumán estuvo muy cerca del try con un nuevo maul, aunque se encontró con una buena defensa de los “Mayuatos”. Sin embargo, minutos después, por la misma vía, los “Naranjas” marcaron su segundo try. Y otra vez, el encargado de apoyar fue Bravo, tras una muy buena obtención de Santiago Aguilar, tercera línea de Tucumán Rugby, en el line, igual que en el primer try.
Con 10 jugadores de Tarucas en cancha en esa primera mitad, Tucumán marcó la diferencia, con mucha presencia en el contacto y buenas conexiones, pese a algunos errores. Ya en ventaja en el marcador, el juego fluyó más, y Francisco Abi Cheble, wing de Cardenales, marcó el tercer try a los 30 minutos, en una jugada que se originó, cómo no, en una formación fija: Los “Naranjas” ganaron dos scrums consecutivos cerca del ingoal, tras un knock on salteño. “Pancho” Abi Cheble, a pura velocidad y potencia, apoyó sobre la punta izquierda luego de recibir de Cerrutti, su compañero de club.
Para cerrar una gran primera mitad, el propio Abi Cheble apoyó el cuarto try tucumano ya sobre la hora. Tras una recuperación de pelota en la mitad de la cancha, José Gianotti filtró la pelota con el pie, y el pique favoreció al wing de los “Purpurados”, que a toda velocidad escapó por la punta derecha, y limpió a un rival en el camino a pura habilidad para apoyar sin marca, y establecer el 26-7 parcial.
En la segunda mitad, la historia cambió. Vidal apostó a darle rodaje a todos los suplentes, y metió varios cambios de golpe. Salta, decidido a cambiar la cara, salió a comerse la cancha, y descontó rápidamente: tras un knock on tucumano en la salida, generó un penal con el scrum, Estanislao Pregot -otro con paso por Tarucas- la jugó rápido, y tras una secuencia de pick & go, Franco Marini apoyó bajo los palos.
Los “Naranjas” tuvieron la chance de volver a tomar distancia casi al instante, con una secuencia de pick & go que no terminó en try sólo por la buena defensa de Salta. Y los “Mayuatos”, agrandados, revirtieron el trámite. El scrum empezó a ser favorable a los locales, que bajaron bastante la cantidad de errores, contrario a lo que pasó del lado tucumano. A los 13 minutos, Octavio Ovejero, tras un gran contraataque originado por Baltazar García, apoyó un nuevo try, y dejó a Salta a sólo siete puntos. Y diez minutos después, Valentín Richer, con una nueva secuencia de pick & go, empató las acciones.
Con el marcador 26-26, Tucumán intentó reaccionar. Y, de hecho, lo consiguió. Llegando a los 30 minutos, recuperó una pelota en ataque y no perdonó: tras varios intentos con los forwards, Diego Poviña, medio srum de Tucumán Rugby, abrió hacia la punta izquierda, y quien llegó para apoyar fue, curiosamente, un salteño vestido de “naranja”: Mariano García Ascárate, centro de Natación y Gimnasia. Esa anotación puso el 31-26 que sería definitivo, aún cuando Salta tuvo a Tucumán contra su propio ingoal en los minutos finales. Una buena defensa de los “Naranjas” -que terminaron con 14 por la amarilla a Thiago Sbrocco-, y un buen empuje en un último scrum favorable a Salta para generar free kick, sentenciaron el triunfo tucumano.
Dos años después, los “Naranjas” volvieron a las canchas. Y aunque el resultado es secundario, que haya sido con triunfo es un plus muy especial.