A menudo ignoramos las señales que nuestro cuerpo nos envía a través de la piel. Sin embargo, cambios sutiles en la apariencia de nuestras uñas pueden ser indicadores de nuestra salud general.

¿Alguna vez te has fijado en las líneas o rayas que a veces aparecen en tus uñas?  Si bien muchas veces son inofensivas, es importante comprender por qué surgen y cuándo deberíamos prestarles atención.

Estas líneas, generalmente verticales (longitudinales), pueden ser simplemente ondulaciones naturales en la superficie de la uña. Pero también pueden ser la forma en que tu cuerpo te alerta sobre posibles desequilibrios internos.

¿Por qué aparecen estas rayas?

Las causas de las rayas en las uñas son variadas:

-Herencia genética: en muchos casos, la presencia de estas líneas es una característica familiar y no indica ningún problema de salud.

-Desequilibrios hormonales y deficiencias nutricionales: las ondulaciones en las uñas pueden ser un signo de desajustes hormonales o de la falta de nutrientes esenciales como aminoácidos, proteínas (especialmente queratina) o zinc. La queratina es fundamental para la fortaleza y protección de las uñas; su deficiencia puede provocar fragilidad, desprendimiento y la aparición de estas rayas.

Falta de zinc: la deficiencia de zinc es una de las razones más comunes para la aparición de rayas en las uñas. Incluir en tu dieta alimentos ricos en zinc, como carnes, mantequilla, semillas y frutos secos, puede ayudar a corregir este problema.

Envejecimiento: a medida que envejecemos, la producción celular se vuelve menos eficiente y la piel tiende a perder hidratación, lo que puede manifestarse en alteraciones en las uñas, incluyendo estas líneas.

Traumatismos: golpes o lesiones en la uña pueden provocar la aparición de rayas negras.

¿Cuándo preocuparse?

Si bien la mayoría de las rayas en las uñas son benignas, es importante prestar atención a otros síntomas o cambios en la uña. Si las rayas son de color oscuro (negras) y no están asociadas a un golpe, o si experimentas otros cambios como deformación, engrosamiento o dolor, es crucial consultar a un médico. En casos raros, estas alteraciones pueden ser un signo de afecciones más graves, incluyendo enfermedades de la piel o incluso cáncer.

En resumen, observar nuestras uñas puede ser una práctica útil para mantenernos informados sobre nuestra salud. Aunque las rayas no siempre son motivo de preocupación, conocer las posibles causas nos permite tomar medidas preventivas y buscar atención médica cuando sea necesario.