Una vez más, “La Inimitable” volvió a quedar en el centro de la escena judicial a raíz de un violento episodio que el Ministerio Público Fiscal está investigando. Tres miembros de la barra brava del Club Atlético Tucumán, habrían atacado, apuñalado y robado a otro miembro de la hinchada cuando el joven se encontraba en un bar. Pese a las oposiciones de sus abogados defensores, los agresores fueron imputados y deberán cumplir medidas de menor intensidad por los próximos seis meses.

El hecho ocurrió el pasado 18 de marzo alrededor de las 2 de la madrugada. Según la denuncia realizada por Elías Ezequiel Trovo, esa noche el joven se acercó a un bar ubicado entre las calles Laprida y Uruguay para saludar a unos amigos de la barra brava “La Inimitable”. Dijo que mientras estaban consumiendo bebidas alcohólicas, se acercaron Ezequiel González, Alejandro Robles y Facundo Tapia (también miembros de la hinchada), y sin motivo aparente -según su declaración- comenzaron a golpearlo en diferentes partes del cuerpo, lo apuñalaron con una botella de vidrio y le sustrajeron su celular y dos cadenas de oro. La víctima tuvo que ser asistida en el hospital Padilla, debido a los múltiples traumatismos que sufrió.

Luego de recuperarse, Trovo se acercó junto a su abogado, Fabrizio Caruso, a la Fiscalía, donde pudo brindar mayores detalles del episodio. Los investigadores de la Unidad de Robos y Hurtos I, siguiendo las instrucciones del fiscal Diego López Ávila, ahondaron la pesquisa y finalmente el miércoles formularon cargos en contra de Robles, González y Tapia.

Según su teoría del caso, la banda -previo acuerdo y división de tareas, y aprovechando su pluralidad numérica- comenzó a golpear a Trovo. “González le propinó golpes de puño en la cara, mientras que Robles y Tapia lo golpearon en el cuerpo. Trovo cayó al suelo y los tres le dieron patadas en el cuerpo que le ocasionaron un traumatismo encéfalo craneano y hematomas en la región frontal, orbitaria, nasal y en su rodilla derecha. A continuación, Robles agarró una botella de vidrio, la rompió y con ella le asestó una puñalada en la parte baja de la espalda a la víctima”. Una vez que el joven ya estaba herido, los acusados le habrían sacado el celular de su bolsillo y le habrían arrancado dos cadenas de oro.

Coautores

La auxiliar de fiscal, Carolina Brito Ledesma, imputó a González, a Robles y a Tapia como coautores del delito de robo doblemente agravado por el uso de arma impropia y por haber sido cometido en poblado y en banda, y solicitó que cumplan medidas de menor intensidad durante los próximos seis meses mientras avanza la investigación.

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El defensor de Robles, Patricio Char, se opuso a la formulación de cargos. Al justificar su postura manifestó que en los allanamientos no se halló ninguna evidencia en contra de su pupilo. También cuestionó que el MPF no haya encontrado un motivo para el ataque y que los acusados hayan ido directamente a robarle a la víctima. “Lo que relató el MPF parece ser más una pelea”, dijo. En el mismo sentido opinó Miguel Ángel Solís, quien comparte la defensa de González y Tapia junto con Luis Solís. “No hubo un robo, el teléfono se cayó al suelo y luego fue devuelto. Lo mismo con las cadenas”, sostuvo.

Pese a los planteos de las defensas, el juez Sebastián Mardiza resolvió hacer lugar a los requerimientos de la Fiscalía.