En 1968, Lo Manh Hung, de 12 años (también conocido como Jimmy), ya era un fotógrafo experimentado que seguía a su padre fotoperiodista en algunas de las situaciones más peligrosas de la guerra de Vietnam, informa la BBC.
Su trabajo documentó el prolongado y sangriento conflicto en su tierra natal para medios de comunicación nacionales e internacionales.
El joven acabó convirtiéndose en el principal sostén de la familia: arriesgaba constantemente su vida para proporcionar a su familia un medio vital de supervivencia.
Se cree que muchos de sus negativos se perdieron durante la caída de Saigón, cuando su vida estaba a punto de entrar en un nuevo capítulo lejos de su país natal.
El cuarto oscuro
La extraordinaria trayectoria de Hung no comenzó en un campo de batalla, sino en el cuarto oscuro de su padre, Lo Vinh, un experimentado fotógrafo independiente con 44 años de experiencia que había huido de los comunistas en el Norte.
A 50 años del fin de la guerra de Vietnam: el cine y la música denunciaron la insensatezMientras estudiaba minuciosamente las imágenes de su padre, aprendió el oficio comprendiendo las limitaciones de la película, la exposición correcta y el proceso de disparo.
Su baja estatura, un obstáculo en muchas situaciones, resultó ser una ventaja inesperada en la zona de guerra: un niño no representaba una amenaza, y él resultó ser un blanco pequeño. Sin embargo, su apariencia juvenil también presentaba desafíos.