Este miércoles se registraron dos movimientos sísmicos que involucraron al territorio argentino, aunque ninguno de ellos provocó daños ni víctimas. Uno de los sismos tuvo lugar en el Atlántico Sur, cerca de las Islas Georgia del Sur y Sándwich del Sur, mientras que el otro se localizó en Susques, Jujuy, con escasa percepción en zonas habitadas.

Sismo en el Atlántico Sur

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) informó que a las 07:24 (hora local) se produjo un sismo de magnitud 5,6 en una zona remota del océano, a unos 106 kilómetros de profundidad. La energía liberada fue equivalente a 3.788 toneladas de TNT, aunque por tratarse de un evento submarino profundo y alejado de centros poblados, no se percibió en tierra firme ni representó riesgo de tsunami.

El Servicio de Hidrografía Naval argentino también confirmó el fenómeno y descartó cualquier tipo de amenaza para la región continental. Según los estándares internacionales, el movimiento fue clasificado con nivel de alerta “verde”, es decir, sin consecuencias humanas ni materiales.

Cabe recordar que las Islas Sándwich del Sur se encuentran dentro de una de las zonas más sísmicamente activas del mundo, con un promedio de 12 terremotos de magnitud 5 o superior cada año. El evento más reciente de magnitud similar en esa región se había registrado en mayo de 2024.

Movimiento en Jujuy

Por su parte, el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) indicó que a 200 kilómetros de profundidad, se produjo un temblor de magnitud 4,6 con epicentro en la localidad de Susques, provincia de Jujuy. El sismo fue levemente percibido por vecinos de localidades cercanas, pero no se reportaron daños ni evacuaciones.

Contexto global: actividad sísmica en aumento

Estos eventos ocurren en el marco de una intensa actividad sísmica global, marcada especialmente por el reciente y devastador terremoto de magnitud 8,8 que sacudió la zona de Kamchatka, Rusia, provocando una alerta de tsunami en todo el océano Pacífico.

Las olas, que inicialmente se estimaban en hasta cuatro metros de altura, activaron evacuaciones en Japón, China, Hawái y la costa oeste de Estados Unidos, además de alertas preventivas en Chile, Perú, Colombia y Ecuador. Aunque las olas finalmente no superaron el metro de altura en muchos lugares, las autoridades mantuvieron las medidas de precaución por varias horas.

En Japón, se suspendieron trenes y vuelos, y en Hawái se evacuaron playas y se colapsaron rutas ante el temor de una catástrofe mayor. En Sudamérica, Chile e Iquique adoptaron medidas similares, con más de un millón y medio de evacuados en toda la región pacífica.

El Cinturón de Fuego: la zona más inestable del planeta

El sismo en Rusia ocurrió en una zona conocida como el Cinturón de Fuego del Pacífico, una franja sísmica y volcánica de aproximadamente 40.000 kilómetros que bordea gran parte del Océano Pacífico. En esta región se concentran más del 90% de la actividad sísmica mundial y se ubican alrededor de 450 volcanes activos.

En esta “herradura geológica” interactúan algunas de las principales placas tectónicas del planeta —como la del Pacífico, Nazca, Cocos y Filipinas—, generando altos niveles de tensión sísmica y la mayoría de los terremotos más destructivos registrados en la historia reciente.

Argentina: vigilancia constante

Pese a que Argentina no se encuentra sobre el Cinturón de Fuego, su actividad sísmica moderada, especialmente en zonas andinas como Jujuy, San Juan y Mendoza, es constantemente monitoreada por organismos como el INPRES y el Servicio de Hidrografía Naval. En este caso, los movimientos registrados no implicaron peligro para la población, aunque refuerzan la importancia de continuar con sistemas de alerta temprana y preparación comunitaria ante posibles emergencias.