El próximo año se cumplirá medio siglo del estreno de “Freaky Friday”, una típica producción Disney protagonizada por Barbara Harris y Jodie Foster como una severa madre controladora y su hija vivaz y rebelde, cada una con su propio estilo de vida y con una difícil relación que las frustra en la convivencia. Es así que, un día, Ellen y Annabel expresan su deseo de intercambiar sus vidas para saber cómo es la otra; pero cuando todo se cumple y sus cuerpos se intercambian por una extraña situación cósmica, el caos se apodera de sus existencias.
En su momento, la comedia dirigida por Gary Nelson con guion de Mary Rodgers (basado en su propia novela de 1972) tuvo buena repercusión y fue nominada a tres Globo de Oro, lo que habilitó una remake también exitosa en 2003. Esta vez fue protagonizada por Jamie Lee Curtis y Lindsay Lohan, cuyo título fue traducido al castellano como “Un viernes de locos”.
Estas dos actrices se reencuentran ahora en la secuela “Otro viernes de locos” -que hoy se estrena en el país- nuevamente centrada en el vínculo entre la madre Tess Coleman y su hija Anna con el añadido de sus entornos familiares.
El argumento escrito por Elyse Hollander y dirigido por Nisha Ganatra repite la misma fórmula, cuando cada protagonista intercambia nuevamente su cuerpo por la otra. “Una premonición de una clarividente muy particular las lleva a vivir una nueva experiencia, solo que está vez llega recargado con nuevas situaciones desopilantes y transformaciones adolescentes radicales”, resume la sinopsis.
Para que no sea una nueva remake, incide determinantemente el contexto actualizado de familias ensambladas y disfuncionales que están siempre buscando un precario equilibrio. En esa dinámica, la aparición de nuevos personajes es crucial: Tess reparte su tiempo entre su trabajo de terapeuta y como esposa de Ryan (Mark Harmon), en una pareja ya consolidada y firme; mientras que Anna es la esforzada representante de una estrella pop (Maitreyi Ramakrishnan), madre de Harper (Julia Butters) y novia -a punto de casarse- del chef Eric (Manny Jacinto), quien tiene su propia hija Lily (Sophia Hammons), rival de Harper en la escuela y en la vida. En el universo aparecen además Madame Jen (Vanessa Bayer), responsable del presagio que se cumplirá; y Jake, el amor de la adolescencia de Anna (Chad Michael Murray), otro retorno del elenco de hace 22 años.
Un viernes de locos: ¿nuevo proyecto para Jamie Lee Curtis y Lindsay Lohan?“Realmente se sintió como si la familia volviera a estar junta, así que fue una experiencia genial. La película llega con mucha más moda, buena música y más comedia física”, adelantó Lohan. “Anna maduró y adoptó parte de la naturaleza centrada y tranquilizadora de Tess en la película original, mientras que su madre se está metiendo un poco de más en su rol de abuela”, agregó a la prensa norteamericana.
Como fue el objetivo desde la producción original, el mensaje apunta a ponerse en los zapatos del otro para comprenderlo y tener en cuenta las situaciones que cada uno afronta, con el propósito de comunicarse mejor entre las generaciones.
Otras producciones
La trama dio pie a una serie de producciones cómicas con la misma idea de personas que asumen otra identidad, entre las cuales figura “Viceversa”, de 1988 dirigida por Brian Gilbert, con Fred Savage y Judge Reinhold en la versión masculina de la historia; en el mismo año salió “18 otra vez”, con George Burns y Charlie Schlatter, en un giro ahora entre abuelo y nieto; “Este cuerpo no es mío”, dirigida por Tom Brady se estrenó en 2002 con Rob Schneider transformado en una joven adolescente y “Si fueras yo”, de David Dobkin, de 2011, con Ryan Reynolds y Jason Bateman como adultos con problemas diferentes que pasan a ser el otro.
También tuvo sus derivados, como en 1984 con “Mi otra mitad”, de Carl Reiner con Steve Martin y Lily Tomlin controlando cada uno una parte del mismo cuerpo; “Un papá con pocas pulgas”, de 2006 drigida por Brian Robbins, y con Tim Allen que se transforma en un perro pastor inglés; y “Freaky”, de Christopher Landon de 2020 con un feroz y sangriento criminal que se traspasa a una tímida estudiante de secundaria.