En España, los veranos se han vuelto sinónimo de resistencia frente a un calor cada vez más extremo. Las olas de calor, cada vez más frecuentes e intensas, obligan a millones de personas a buscar alivio en el aire acondicionado. Sin embargo, su uso continuo supone un dilema: combatir las altas temperaturas o asumir el fuerte impacto económico en la factura eléctrica.

Con el precio de la luz aún elevado, muchas familias limitan su uso, priorizando el ahorro por encima del bienestar térmico, especialmente en viviendas con mal aislamiento o donde directamente no hay acceso a este sistema de refrigeración. Por ello, resurgen los trucos caseros de toda la vida como una alternativa clave para sobrellevar el verano.

Los trucos de siempre que no fallan

Bajar persianas y cerrar ventanas en las horas más calurosas, ventilar la casa en la madrugada, colgar sábanas húmedas en las ventanas o ducharse con agua templada antes de dormir son algunas de las técnicas más utilizadas. También se recomienda hidratarse bien, consumir comidas ligeras y evitar la actividad física en las horas centrales del día.

Aunque estas medidas no eliminan por completo la sensación de bochorno, sí ayudan a que el calor sea más llevadero sin poner en riesgo la economía doméstica.

Tres consejos clave con el ventilador

Leo Rogel, arquitecto especialista en diseño funcional, asegura que la solución más eficaz está en un aparato que “sí o sí lo tienes en casa”: el ventilador. Según explica, puede convertirse en un verdadero aire acondicionado casero con estos tres trucos: 

- Humidificar el ambiente: antes de dormir, rocía la habitación con un pulverizador de agua. El ventilador se encargará de esparcir el frescor del agua pulverizada por todo el espacio.

- El truco de la toalla mojada: moja una toalla y colócala detrás del ventilador. Al evaporarse, el agua enfriará el aire circundante, que luego será impulsado hacia ti. Eso sí, debe ser un ventilador de rejilla abierto, no uno cerrado o de torre.

- Aprovechar el aire nocturno: cuando no haya sol, coloca el ventilador en la ventana para que succione el aire fresco del exterior y lo impulse hacia dentro, generando una corriente ideal para dormir mejor en las noches más calurosas.

Más consejos para sobrellevar el calor

A los anteriores se suman los remedios tradicionales de siempre: vestir ropa ligera de algodón en tonos claros, comer frutas ricas en agua como sandía o melón, aplicar paños fríos en puntos estratégicos del cuerpo, dormir en las plantas más bajas de la casa, evitar usar electrodomésticos que generen calor, o simplemente rociarse con un spray de agua.

También es útil mantener las luces apagadas, sumergir los pies en agua fría y aprovechar los espacios públicos climatizados. La clave no siempre está en bajar los grados de la casa, sino en reducir la sensación térmica y hacer más llevadero el día a día.

Con trucos simples y un ventilador, se puede lograr un hogar mucho más fresco sin que la factura eléctrica se dispare.