Michael Douglas, Kathleen Turner y Danny DeVito conformaron en 1989 el trío creativo de una de las comedias más disruptivas del siglo: “La guerra de los Roses” iba más allá de la mera ruptura de una pareja para meterse de lleno en la destrucción personal de los protagonistas, con la exposición en pantalla de los sentimientos de venganza, la imposibilidad del diálogo y los rencores llevados al extremo, todo con el ritmo impuesto por DeVito quien, además de componer a un particular abogado de divorcios, ofició de director.

Hoy se estrena “Los Roses”, anunciada como una “reinvención audaz” de la idea original y no su mera remake. “Explora el desorden emocional, la ambición y el absurdo de las relaciones modernas con un tono mordaz, hilarante y profundamente humano, junto a un elenco coral de actores expertos en hacer reír a la audiencia”, se completa en la gacetilla de prensa.

El matrimonio en crisis, en vez de ser una dupla norteamericana, ahora es un dueto británico, lo cual puede marcar en sí mismo el tono (aunque la acción se desarrolle en Estados Unidos). Los personajes en pugna -nunca mejor usada la expresión- son interpretados por Olivia Colman y Benedict Cumberbatch, dirigidos por Jay Roach y con guión de Tony McNamara bajo la premisa de mostrar “Cuando el amor se convierte en guerra”.

Theo es un arquitecto ambicioso, obsesionado con el diseño y la perfección, a punto de consagrarse con su última obra maestra -un museo náutico de alto perfil en San Francisco. Ivy es una chef talentosa que ha construido su carrera desde cero, con una pasión admirable por la cocina y ahora tiene su propio restaurante de mariscos. Se conocieron en la universidad y rápidamente se enamoraron, se casaron y tuvieron dos hijos. La dinámica marcada por la admiración mutua y la competencia silenciosa, comienza a fracturarse cuando el proyecto arquitectónico de Theo colapsa literalmente, mientras que Ivy alcanza un nuevo nivel de éxito profesional. Del sarcasmo elegante se pasa a los ataques despiadados, mientras todo se derrumba. Kate McKinnon, Andy Samberg, Jamie Demetriou, Zoë Chao, Sunita Mani y Ncuti Gatwa completan el elenco.

Morgado: "éramos como los de la Guerra de los Roses"

“Te hace reír a carcajadas, con comportamientos reprobables. Me encanta la franqueza de Theo, que toma decisiones devastadoras, desgarradoras y divertidas. Por momentos, él es su propio enemigo”, sostiene Cumberbatch. “Fue muy divertido odiarnos mutuamente. Hay algo terapéutico en llegar a ser absolutamente horrible con alguien, y luego, reírse mucho al respecto”, aporta Colman.