La relación entre Juan Cruz Komar y Carlos Tevez nunca fue sencilla. Y, según las declaraciones de Fernando Komar -padre del defensor de Rosario Central-, está atravesada por dos episodios clave que generaron una tensión difícil de disimular.

El primer capítulo se remonta a la final de la Copa Argentina 2015, disputada en el Mario Alberto Kempes, cuando Boca derrotó 2-1 a Rosario Central en un partido manchado por fallos arbitrales de Diego Ceballos. Aquel encuentro quedó en la memoria por un penal cobrado fuera del área y un gol en posición adelantada de Andrés Chávez. Komar, que por entonces era juvenil de Boca, no celebró la consagración: “Fue un robo, no hay nada que festejar”, habría dicho, y rechazó la medalla de campeón.

Fernando Komar recordó que esperaba otro gesto del capitán "xeneize", Carlos Tevez. “Un referente increíble como Tevez podría haberlo tomado del hombro y decirle: ‘vení pibe, fijate, a lo mejor tenés razón, pero recibí la medalla’. Pero eso no pasó”, lamentó el padre del defensor.

El segundo capítulo se dio en 2022, cuando sus caminos volvieron a cruzarse en Rosario Central, esta vez con Tevez como entrenador y Komar ya consolidado como jugador. La relación, según el relato del padre, fue “bastante fea”. En medio de la recuperación de una operación de meniscos, Komar sufrió una inflamación en la rodilla y debió ser internado en un sanatorio. Allí, Tevez lanzó una frase que dejó heridas: “El que no quiera jugar, que no juegue”. Para el entorno del futbolista, esas palabras fueron un acto de maltrato en un momento sensible.

Hoy, la historia los encuentra en veredas opuestas. Carlos Tevez dirige a Talleres de Córdoba, un equipo complicado en la tabla anual, ubicado en el puesto 28 de 30 y seriamente comprometido con el descenso. Por su parte, Juan Cruz Komar es titular en Rosario Central, que marcha sexto en la Zona B del torneo Clausura y lidera la tabla anual.