El presidente, Javier Milei, pronunció un discurso de 15 minutos ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Durante su alocución, el mandatario expuso una visión radicalmente liberal, con la cual cuestionó la esencia del multilateralismo actual y anunció el fin de la “neutralidad histórica” de la Argentina, en defensa de la libertad. Además de interpelar al organismo por haber desviado su misión fundacional, el líder libertario centró su discurso en la condena a los “burócratas internacionales” y la defensa de la propiedad y el libre mercado como únicas vías para la prosperidad.
El Presidente comenzó por casa, poniendo a la Argentina como el ejemplo vivo del fracaso estatista. Contrastó la diferencia entre crecer cero y crecer un 2% a largo plazo, una brecha que, según recordó, el país conoce demasiado bien, siendo “el único país de la región que no creció en los últimos 15 años”. Fue una bofetada sin guantes a las políticas que se aplicaron.
La tesis central sobre la que amalgamó su discurso fue que la “sacralidad de la propiedad y del libre mercado” es la única “condición del crecimiento”. En este sentido detalló sin propiedad no hay ahorro, sin ahorro no hay inversión, y sin inversión, el crecimiento es una quimera.
Javier Milei recibió el premio “Ciudadano Global” y agradeció el apoyo de EEUU: "Estamos en el camino correcto"Pero su ataque más filoso lo dirigió contre el “interés individual del político”. Milei dibujó un retrato sombrío de la clase dirigente, la cual, según él, gana poder “en el agrandamiento del Estado a costa de las libertades de ciudadanos”. El mecanismo es perverso: “consumir el capital acumulado genera bienestar momentáneo y ese bienestar momentáneo genera votos”. A cambio, el país “está sacrificando un futuro de mayor crecimiento”. Una fórmula de destrucción de la riqueza a la que el mandatario le puso nombre: “orgía de aumento de gasto público”.
Discurso de Milei en la ONU: elogió a Trump, defendió el libre mercado y reclamó por MalvinasMilei alertó que esta dinámica es “la gran trampa en la que casi todas las naciones están de a poco sucumbiendo”, especialmente cuando la redistribución se recrudece y “el político populista grita con más fuerza, apelando a la envidia y al resentimiento”.
El foco de la crítica giró luego hacia los organismos internacionales. Señaló que la propia ONU ha adquirido una “hipertrofia de administraciones” que la hace “poco efectiva a la hora de resolver los problemas”. Para el líder argentino, la expansión fiscal y monetaria, junto con la expansión del poder estatal sobre los individuos, es un patrón que se repite en todo el mundo.
No obstante, el presidente se cuidó de no rechazar por completo al organismo. Subrayó su adhesión al “fin original de este organismo”, reconociendo que existen problemas globales que requieren diálogo y cooperación, pero insistió en “rechazar estas extralimitaciones”.
Respaldo
Milei reafirmó su alineamiento con la agenda del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Sobre este punto estableció un paralelismo entre su gestión en Argentina y la de su par, asegurando que ambos buscan “revertir una dinámica que estaba llevando a una catástrofe” a sus respectivos países.
Kristalina Georgieva recibió a Javier Milei y aseguró que "fue una excelente reunión"El presidente argentino elogió la “férrea y exitosa política” de Trump para “ponerle un freno a la inmigración ilegal”, señalando que se trata de decisiones “necesarias” que deben tomarse “antes de que sea demasiado tarde”. Este respaldo a las políticas restrictivas de migración se sumó a un elogio a la “reestructuración sin precedentes del comercio internacional” impulsada por el líder republicano.
Reclamos innegociables
Después del marco ideológico, Milei le dio paso a la agenda de Estado. El primer eje fue el reclamo “legítimo e irrenunciable sobre la soberanía de las Islas Malvinas”, invitando al Reino Unido a retomar las negociaciones bilaterales.
En segundo lugar, condenó la “violencia fundamentalista”, evocando los ataques a la Embajada de Israel y la AMIA, e instó a la comunidad a “fortalecer la cooperación jurídica para garantizar que las circulares rojas de Interpol sean respetadas”.
En tercer lugar denunció la “escalada inadmisible en la violencia política por parte de la izquierda a nivel global”, que “en Argentina conocemos muy bien”, y que recurre a la fuerza cuando las “razones fallan”.
Milei celebró la ayuda de Trump: "Juntos construiremos un camino de estabilidad, prosperidad y libertad"Finalmente, el presidente cerró con un reclamo humanitario: la “inmediata liberación” del gendarme Nahuel Gallo, ciudadano argentino “secuestrado en Venezuela”, un caso que calificó de “desaparición forzosa” y que elevó a la categoría de defensa de la dignidad humana ante el mundo. De esta forma, el discurso terminó como empezó: una férrea defensa de la libertad, sin espacio para la tibieza.