Con apenas 9 años, Alejo Orellana Casmuz fue uno de los más jóvenes en calzarse las zapatillas y el segundo en los 3K LA GACETA. “Yo me quería anotar en los 10K, pero no pude”, cuenta Alejo, alumno del Colegio Santísimo Rosario de Monteros. También confiesa que espera que el próximo año pueda cumplir ese sueño.
A su lado corrió su mamá, Luciana. En un momento del camino se retrasó y, al llegar, se fundieron en un fuerte abrazo. “Hace un año que él corre. Dejó el fútbol porque eligió el atletismo. Es muy disciplinado: tiene su rutina, sus zapatillas listas desde el viernes. Esta carrera fue hermosa. LA GACETA tiene excelencia”, remarca la mujer.
Alejo también tuvo la compañía de su amigo Jacobo, a quien abrazó en la línea de llegada para empezar a soñar con el próximo desafío. “Somos amigos desde muy chicos, pero yo ya tengo 10 años”, agrega.
En ellos, la Media Maratón sembró algo más que kilómetros. Sembró futuro.