En la última década, más jóvenes argentinos lograron terminar la escuela secundaria: es un campo donde las mujeres tomaron la delantera. El informe “Terminalidad educativa: foco en la secundaria” de Argentinos por la Educación revela que entre los jóvenes de 25 a 30 años la proporción de quienes obtuvieron el título aumentó del 67,6% en 2014 al 74,2% en 2024. Aunque persisten las desigualdades, los datos confirman una mejora sostenida en el acceso y la permanencia educativa.
La primaria, obligatoria desde hace más de un siglo, está prácticamente universalizada: el 96,4% de los jóvenes y adultos completaron ese nivel. En cambio, la secundaria, que es obligatoria recién desde 2006, todavía muestra brechas según el género y la situación económica.
Entre los jóvenes de menores recursos el avance fue notable: en el quintil más pobre la terminalidad creció de 41,5% a 60% en diez años. En el quintil adinerado, en cambio, pasó de 87,1% a 92,2%. “El aumento en los sectores más vulnerables refleja una democratización del nivel medio”, sostienen los autores del informe: Viviana Postay, María Sol Alzú y Martín Nistal.
Las mujeres marcan el paso en la educación
Uno de los datos más reveladores del informe está en la brecha de género. Las mujeres presentan niveles más altos de finalización tanto en la primaria como en la secundaria. En el grupo de 25 a 30 años, el 77,4% de ellas terminó la secundaria, frente al 70,9% de los varones.
Los especialistas explican que este fenómeno combina factores sociales, culturales y económicos. Mientras las mujeres consolidaron su presencia en el sistema educativo, muchos varones, sobre todo de sectores populares, abandonan antes para incorporarse al trabajo informal.
“Que más mujeres terminen la secundaria es un logro democrático que visibiliza su esfuerzo en contextos donde la desigualdad aún pesa”, afirma Viviana Postay, coautora del estudio. A su vez, señala que la obligatoriedad del nivel no garantiza por sí sola la inclusión efectiva: “el desafío sigue siendo compatibilizar la expansión con aprendizajes reales”.
Avance con desafíos
A pesar del crecimiento, el informe advierte sobre los límites de esta mejora. Sólo el 63% de los estudiantes llega al último año en el tiempo establecido, sin repetir o abandonar, y apenas 10 de cada 100 egresan con aprendizajes suficientes en Lengua y Matemática, según las Pruebas Aprender.
Para Gustavo Romero, vicerrector del Colegio Nacional de Buenos Aires, los avances demuestran que el discurso de desconfianza hacia la escuela no logra imponerse: “la terminalidad crece, sobre todo en mujeres y en sectores vulnerables, lo cual habla de una escuela que sigue siendo un espacio de movilidad y esperanza”.