Por Juan Carlos Rosario Medina - Lucas A. Córdoba N° 285 - S. M. de Tucumán
LA GACETA del 11/08/2025 nos informó que quieren que la avenida Kirchner vuelva a llamarse Roca y que los concejales José María Canelada y Guillermo Cobos iban a presentar un proyecto para derogar la ordenanza que designa con el nombre Néstor Kirchner a un tramo de avenida Roca, atendiendo al pedido de los vecinos de la zona. Sobre esa avenida y ese tramo en cuestión, cabe advertir que atraviesa de naciente a poniente a la zona donde se libró la parte más decisiva para el triunfo y la gloria de las armas de la patria el 24 de septiembre de 1812, día de Nuestra Señora de La Merced, bajo cuya protección nos pusimos pueblo y ejército, según lo escribió Belgrano.
El “teatro de los héroes”
El 28 de octubre, día de San Simón y San Judas Tadeo, en el antiguo Templo de La Merced se celebró la misa de acción de gracias, y en el sermón el Dr. Molina, dice: “El piadoso jefe atribuye al cielo toda la gloria… ¡Cuán grato nos es figuránoslo cediendo voluntariamente a la Madre de Dios todo el honor de La Victoria, y por un acto autentico confesar, yo se lo he oído más de una vez, que a María, y no a él, debe reconocerse deudora la patria de su salvación! Señor General del Ejército Auxiliador del Perú… Corre de público que las piadosas ideas de Vuestra Señoría son de mandar construir en el campo glorioso de las Carreras una ermita dedicada a Nuestra Señora de Las Mercedes, y cerca de ella un obelisco o una pirámide con una alusión al triunfo obtenido por la protección de la Santa Virgen”.
Después de Vilcapugio y Ayohuma Belgrano vuelve a Tucumán y el 29 de enero de 1814 entrega el mando del Ejército Auxiliar del Perú a San Martín - y este en su proclama al vecindario, dice: “Valientes tucumanos, los lances de la guerra han traído a vuestro seno los soldados de la Patria, con quienes os inmortalizasteis el año anterior; Tucumán es el teatro de los héroes. Yo os felicito ya por los triunfos memorables que nos esperan. El enemigo, humillado en vuestro recinto, recuerda con horror el nombre de Tucumán”. Después en la orden para el 8 de febrero, dice: “Mañana a La 5 de ella, se hallarán en el Campo de La Victoria los oficiales de cada uno de los cuerpos que se hallan en esta, procurando nombrar los que tengan algunas nociones de matemáticas, para dirigir a los trabajos del retrincheramiento que se está construyendo”.
Por órdenes del día sabemos que San Martín a ese lugar también lo llamó Campo del Honor, y que dirigiendo a los trabajadores estuvo Bernabé Aráoz. Lorenzo Lugones, que estuvo en la Batalla de Tucumán, al escribir sus “Recuerdos históricos”, nos dice que “los beneméritos a la Patria y el heroico pueblo de Tucumán a ese lugar le llamaron: Campo del Honor y de la Gloria”.
En el año 1834, en su “Memoria descriptiva sobre Tucumán”, Alberdi escribió: “Ya el pasto ha cubierto el lugar conde fue la casa de Belgrano... Inmediato a ese sitio está el campo llamado del Honor, porque en él se obtuvo en 1812 la victoria que cimentó la independencia de la República… Prodigiosamente plano y vestido de espesa grama, es limitado en todas direcciones por un ligero y risueño valle hermoseado diversamente con bosques de aromo (tuscas) y alfombras de flores, de manera que presenta forma de un vasto anfiteatro, como si el cielo le hubiera construido de profeso para las escenas de un pueblo heroico. Más a lo lejos, es limitada la vista por los más dichosos e ilusorios bosques de mirto, cedro laurel, cuyas celestes cimas, diversamente figuradas, determinan en el fondo del cielo la más grata y variada labor. Todo su seno se halla ligeramente salpicado de aromos (tuscas) de manera que cuando la primavera los pinta de oro y de verde el campo, es como si se tratara de remedar al cielo en gloria y hermosura. Este campo que hará honor a los tucumanos debe ser conservado como un monumento de gloria nacional. Conmueve al que lo pisa aunque no sea argentino. A dos cuadras de la antigua casa de Belgrano está la Ciudadela. Hoy no se oyen músicas, ni se ven soldados. Los cuarteles derribados son rodeados de una eterna y triste soledad”.
“Aquí fue la batalla”
Cuenta el agrimensor tucumano Don Marcelino de la Rosa, a quien se lo contaron actores del drama, que el enemigo, viniendo del Manantial, avanzó por ese campo salpicado de aromos (un tuscal) que, si no le impidió avanzar, sí no le permitió ver que el ejército patriota ya se había desplegado en orden de batalla, y de allí la sorpresa que permitió a la caballería y a la infantería patriota destrozar su centro y su ala derecha. Ese tuscal estaba ubicado donde se hizo luego la Quinta agronómica, terreno que hoy ocupa la Universidad Nacional de Tucumán, de modo que la UNT bien puede gloriarse de estar dentro del declarado lugar histórico, y decir con sentida emoción: “Aquí fue la batalla”.
En el año 1941, con nota de la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y lugares Históricos, que en ese carácter señala al Campo de la Ciudadela, también Llamado de Las Carreras o La Tablada, Ramón S. Castillo, en ejercicio de la Presidencia, por decreto del 26/09/1941, declaró lugar histórico nacional al lugar donde se libró la Batalla de Tucumán el 24 de septiembre de 1812.
Lugar histórico
A fines del año 2011, a días del comienzo del año del Bicentenario de la Batalla de Tucumán, en el Concejo Deliberante, conformado por los representantes de partidos políticos, a un tramo de la avenida Roca le quitaron el nombre, y le pusieron el nombre de Kirchner. Pero el pueblo tucumano debe recordar y tener en cuenta que hay un decreto nacional que lo honra en gran manera, y es el que declara Lugar Histórico Nacional al sitio donde se libró la Batalla de Tucumán el 24 de septiembre de 1812, y como ese tramo de avenida está dentro de ese lugar, llamado con justa razón Campo de La Victoria, del Honor y de la Gloria, es preciso y necesario que el nombre de ese ramo de avenida sea acorde con lo que ese lugar significa en la historia de la emancipación de América.
Esto es lo inmediato, lo que en justicia no admite espera. También en lo inmediato, en donde se junta esa avenida con la Pellegrini, en la vereda de la Quinta agronómica, conviene que allí se coloque una Cruz del Camino, para en ella elevar una oración, prender un cirio por las almas de los que allí lucharon, de los que allí murieron, hasta tanto se designe el terreno necesario para en él delinear y construir el templo conmemorativo en gratitud y reconocimiento a Nuestra Señora de la Merced, la Virgen Generala.
Queda por ver dónde conviene levantar la pirámide de la Batalla de Tucumán y el monumento en homenaje al Ejército Auxiliar del Perú.
El Parque Roca
En cuanto a Roca, cabe recordar que en el año 1901, al Noroeste de la ciudad, se destinó un terreno para hacer el Parque Roca, y que luego a ese terreno lo destinaron para edificar los cuarteles y el Campo Norte de instrucción militar, y como ahora allí ya no está el ejército argentino, conviene destinar ese terreno de nuevo para hacer el Parque Roca, y así brindar un necesario espacio verde en beneficio de esa extensa barriada.