La derrota de Unidos por Tucumán dejó al descubierto la profunda fragmentación que atraviesa la tradicional oposición en la provincia. El espacio encabezado por Roberto Sánchez, que selló la alianza entre la Unión Cívica Radical y el socialismo tucumano, obtuvo apenas el 8,1% de los votos, con el 99,7% de las mesas escrutadas. Muy lejos quedaron los tiempos en que Sánchez se consolidaba como referente opositor tras los comicios de 2021, cuando había logrado casi un 40% de los votos.
El resultado fue un golpe duro para el dirigente radical, que intentó mostrar serenidad y destacó el trabajo de su espacio. “Agradezco a todas las personas que han trabajado en nuestro espacio político, en distintos lugares de la provincia, con militancia y enseñando cómo es el nuevo sistema de votación. También debo agradecer a nuestros fiscales, que cuidaron nuestro voto”, expresó ante la prensa en su búnker.
La jornada había comenzado sin demasiada expectativa en las filas de Unidos por Tucumán. Cerca de las 20, Sánchez se encontraba junto con su familia, evitando declaraciones sobre los primeros cómputos que llegaban de los fiscales. Sin embargo, en su entorno admitían que la elección de intendente en Alberdi traía una diferencia ajustada, aunque el panorama general no era alentador. A las 21, el ambiente en el búnker se asemejaba más a una reunión íntima que a una vigilia electoral: abrazos, conversaciones discretas y miradas constantes a los celulares para seguir el avance del escrutinio.
Media hora más tarde, con los números ya confirmados, el ex intendente de Concepción reconoció la magnitud del revés. Sin embargo, buscó relativizarlo. “A nivel provincial vemos que ha surgido la polarización que se dio en todo el país. Creo que eso fue producto del último 7 de septiembre, en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, donde hubo una diferencia importante entre el kirchnerismo y La Libertad Avanza. Los argentinos no quieren que vuelva el kirchnerismo, y eso ha hecho que se sienta más la polarización”, analizó.
El dirigente apuntó además a la maquinaria oficialista por la alta participación registrada en Tucumán. “Fue por la movilización que hizo el Gobierno de la provincia. Las 93 comunas estuvieron movilizando y en los municipios también. Sacaron del domicilio a las personas para llevarlas a votar. El oficialismo hace uso y abuso de eso, y la Justicia debería actuar de oficio. Lo hacen con el dinero de todos los tucumanos”, denunció.
290.000 menos
Los datos finales reflejan con crudeza la caída del radicalismo provincial: 83.775 votos frente a los 523.826 que obtuvo el Frente Tucumán Primero, liderado por Osvaldo Jaldo, y los 363.725 de La Libertad Avanza. En comparación con los 378.513 sufragios que había conseguido en 2021, elección que lo consagró diputado nacional, la pérdida supera los 290.000 votos.
El escenario político también explica parte de ese desplome. En aquellas elecciones, Sánchez había contado con el respaldo de figuras como Paula Omodeo (compañera de lista) y Germán Alfaro. En esta ocasión, ambos tomaron rumbos diferentes: Omodeo compitió por su espacio CREO, y Alfaro se alineó con el frente jaldista. La ruptura del frente opositor, que alguna vez logró aglutinar al radicalismo y al alfarismo bajo una misma bandera, dejó a Sánchez sin aliados de peso y con una estructura debilitada.
El retroceso fue particularmente visible en su propio territorio. En 2021, había obtenido el 54,15% en Chicligasta, su departamento natal, frente al 38,43% del Frente de Todos. En estos comicios, el resultado se invirtió: Sánchez consiguió sólo el 30,27%, mientras que Jaldo alcanzó el 44,84%. Ni siquiera su arraigo en Concepción logró sostener la ventaja que alguna vez lo convirtió en figura ascendente del radicalismo tucumano.
Pese a los números, el diputado intentó rescatar una lectura positiva. “Nos consolidamos como una tercera fuerza a nivel provincial. Vamos a seguir luchando, tengamos o no un cargo. Esta polarización hizo que perdiéramos votantes que se superpusieron con La Libertad Avanza. Por ese ‘miedo kuka’, muchos votaron por Milei”, explicó.
En el cierre de la noche, Sánchez buscó refugio en su desempeño legislativo como una manera de reivindicar su trayectoria. “Estoy muy contento con lo que hice en la Cámara de Diputados. Defendimos a los jubilados, a las personas con discapacidad, a los más vulnerables. No queremos poner palos en la rueda al Gobierno nacional, pero sí marcarle la pauta y defender a quienes más lo necesitan”, concluyó.