La edad cronológica no siempre se condice con las capacidades biológicas de nuestro cuerpo, especialmente de nuestro cerebro, y esto puede decírtelo la forma en que caminás. Aunque parezca insignificante o incluso impertinente, resulta que la manera en que damos pasos por la calle puede aportarnos los mismos datos que un examen médico y un aparato de evaluación sofisticado.
Cómo proteger tu cerebro: la rutina ideal para una mente sana y cuerpo activoLa vejez de nuestro cerebro no se mide siempre por la facilidad con la que resolvemos problemas matemáticos sino por la velocidad con la que caminamos. Diversos estudios demostraron que la rapidez con la que caminás a alguna tienda, el parque o la parada del colectivo puede predecir la posibilidad de ser hospitalizado, sufrir un infarto o incluso morir, así como indicar el tamaño de tu cerebro y el ritmo del envejecimiento cognitivo.
Lo que la velocidad al caminar puede decir de tu salud
Una prueba de velocidad al caminar permite evaluar la capacidad funcional de una persona: su habilidad para realizar tareas cotidianas en el hogar y mantener su independencia. También puede revelar su grado de fragilidad y predecir su respuesta a la rehabilitación tras un ictus .
"Cuando disminuye el ritmo normal de marcha de una persona, a menudo se asocia con un deterioro de la salud subyacente", afirmó Christina Dieli-Conwright, profesora de medicina en la Facultad de Medicina de Harvard, que estudia los efectos del ejercicio en el pronóstico del cáncer al medio BBC News.
Para realizar la prueba de velocidad al caminar, solo necesitas un cronómetro y una forma de medir la distancia, como una cinta métrica. Existen dos versiones comunes.
¿Cómo hacer la prueba de la velocidad en casa?
Si estás al aire libre y tienes mucho espacio, puedes probar la prueba de velocidad al caminar 10 metros. Primero, mide 5 metros y luego otros 10. Para empezar, se recomienda caminar 5 metros para alcanzar tu velocidad normal y después caminar a tu ritmo habitual durante 10 metros. Para calcular tu velocidad, simplemente divide 10 metros entre el número de segundos que tardaste en recorrer esa distancia.
Si estás en casa y el espacio es limitado, puedes probar la prueba de velocidad al caminar 4 metros. Para esta prueba, mide 1 metro y luego 4 metros. La idea es usar el primer metro para alcanzar tu velocidad normal y luego cronometrar cuánto tardas en caminar 4 metros a tu ritmo habitual. Para calcular tu velocidad, divide los cuatro metros entre el número de segundos que tardas en recorrer esa distancia.
Las referencias de la salud
Desde la BBC brindaron las referencias que indican cuál sería la velocidad que un cuerpo sano debería alcanzar. Según el informe, la velocidad media al caminar de una mujer de 40 a 49 años es de 1,39 m/s , y de 1,43 m/s para un hombre de 40 a 49 años.
Si tienes entre 50 y 59 años, la velocidad media al caminar es de 1,31 m/s para una mujer y de 1,43 m/s para un hombre. Para las personas de entre 60 y 69 años, la velocidad media de marcha disminuye a 1,24 m/s para una mujer y a 1,43 m/s para un hombre.
Para las personas de entre 70 y 79 años, la velocidad media al caminar es de 1,13 m/s para una mujer y de 1,26 m/s para un hombre.Finalmente, para las personas de 80 a 89 años, la velocidad de marcha es de alrededor de 0,94 m/s para una mujer y de 0,97 m/s para un hombre.
Cómo caminar puede indicar la edad de tu cerebro
En un estudio de 2019, Line Rasmussen, investigadora principal del departamento de Psicología y Neurociencia de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte y un equipo de investigadores de la Universidad de Duke seleccionaron a 904 personas de 45 años que formaban parte del Estudio Multidisciplinario de Salud y Desarrollo de Dunedin, un proyecto de investigación longitudinal que ha seguido la vida de más de 1000 personas nacidas entre 1972 y 1973 en Dunedin, Nueva Zelanda. La salud y la función cognitiva de los participantes se evaluaron periódicamente a lo largo de toda su vida.
Rasmussen y sus colegas descubrieron que las personas que caminaban despacio presentaban signos de envejecimiento cognitivo avanzado. Por ejemplo, tendían a obtener puntuaciones más bajas en las pruebas de CI en general, con un peor desempeño en pruebas de memoria, velocidad de procesamiento, razonamiento y otras funciones cognitivas.
Las resonancias magnéticas también mostraron que este deterioro cognitivo se acompañaba de cambios observables en el cerebro de los participantes. Quienes caminaban más despacio tenían cerebros más pequeños, una neocorteza más delgada, la capa más externa del cerebro, que controla el pensamiento y el procesamiento de información superior, y mayor cantidad de materia blanca. Curiosamente, incluso los rostros de quienes caminaban despacio fueron calificados como envejecidos a un ritmo más acelerado que los de los demás participantes.