Más de 800 estudiantes de 50 instituciones participarán este jueves en el evento de Elevate Tucumán, en el que emprendedores, empresarios, docentes y mentores expondrán experiencias e ideas en paneles, charlas inspiradoras y dinámicas de conexión. Ante la pregunta de si hay un potencial grande para emprender en Tucumán, Matías Mahtuk, uno de los empresarios que participa, respondió que no tienen duda al respecto; “hay varias instituciones trabajando con eso. Sin embargo, vimos que hay una franja etaria en la que no hay mucho trabajo, que son los estudiantes secundarios y por eso propusimos sumarnos ahí”. Se estima que el evento puede ser un punto de partida para impulsar el espíritu emprendedor y transformar ideas en acción.
Varias de las experiencias emprendedoras han sido expuestas en entrevistas a sus protagonistas, en las cuales se han destacado los valores de que se puede proyectar y “soñar en grande” desde Tucumán; “que lo hecho en Tucumán puede tener calidad y lenguaje global sin perder identidad local” (como dijo la diseñadora Mercedes Costal); que se puede hacer crecer proyectos entrelazando talentos y propósitos, además del vínculo entre los sectores privado y público.
Hay en esta iniciativa multipropósito -como lo fueron los encuentros del “Foro Tucumán Responsable” sobre seguridad vial y sobre la basura, o el encuentro de ACDE en busca de “Hacer ciudadanos”- una mirada motivadora desde el afecto por el terruño. “Todos los que participamos amamos la provincia y creemos que, si generamos más y mejores empresarios, Tucumán va a mejorar”, expresó Mahtuk. No importa si se trata de la capital inquieta y acumuladora o desde el interior profundo y alejado. Varias historias de tucumanos emprendedores -como las de Nadim Richa, oriundo de Los Ralos, de Jacobo Cohen Imach (Mercado Libre) o Ricardo Neme (vende software bancario)- van a dar ejemplo a los estudiantes de cómo se puede combinar creatividad con gestión -como señala Costal- y cómo incluso se puede soñar con expandirse fuera de los contornos de la provincia y hasta del país. “No importa si después se quedan o se van. Lo importante es que entiendan que el cl cambio empieza acá”, dijo Mahtuk. La idea es mostrar que “se puede comenzar desde muy joven con lo que uno tiene, sin esperar que todo esté perfecto para animarse. A veces el primer paso es hacerlo, probar, equivocarse y volverá internarlo mejor”, añadió la dieñadora.
Se trata de oportunidades para hacer aportes entre todos frente a una sociedad y un lugar que se ofrecen con problemas y desafíos, donde se puede analizar y ver qué hace el privado y qué puede hacer el Estado.
La experiencia promete abrir una ventana hacia una realizad más amplia. Hay mucha gente emprendedora que encara el presente con una mirada al futuro que está más allá de la necesaria crítica y se propone buscar los caminos para cambiar y mejorar, y, como dice Costal, “construir comunidad”.