SANTA MARTA, Colombia.- La reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE) arrancó en la ciudad colombiana de Santa Marta con notables ausencias, cancelaciones de último minuto y sólo nueve líderes presentes.
El encuentro entre los dos bloques, que se celebró por última vez en Bruselas en 2023, comienza empañado por la menguada participación y la sombra de los ataques del gobierno de Donald Trump contra lanchas supuestamente cargadas de droga en el Caribe y el Pacífico.
Los representantes de los países europeos y latinoamericanos llegaron a la sede del encuentro, en la ciudad caribeña de Santa María, para abordar temas como comercio, transición energética y cooperación para luchar contra el crimen organizado.
“Compartimos los mismos valores, creemos en el Estado de derecho y la democracia”, dijo Kaja Kallas, vicepresidenta de la Comisión Europea, a su llegada a la cuarta cumbre entre los 27 países miembros de la UE y los 33 de la Celac. “Solo se puede recurrir a la fuerza por dos motivos: en defensa propia o en virtud de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU”, agregó sobre los ataques de Estados Unidos en el mar.
Kallas llegó a Colombia en representación del bloque tras la cancelación de último momento de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ya había denunciado presiones estadounidenses contra el evento.
Europa y América Latina deberían actuar como “faro unificado” que sea capaz de pararse ante “cualquier barbarie, denunciarla y tratarla para corregirla”, dijo el presidente colombiano a su llegada a la cumbre.
Los escasos jefes de Estado y de Gobierno se tomaron una foto de familia con una mochila arhuaca, tradicional de los pueblos indígenas de Santa Marta, antes de los discursos y su reunión a puerta cerrada.
La politóloga colombiana Sandra Borda cree que la “poca coreografía” y “mucha improvisación” en la organización por parte de Colombia han desalentado a muchos líderes .
La sombra del Norte
Washington retiró a Colombia la certificación de país aliado en la lucha contra el narcotráfico e impuso sanciones económicas a Petro por considerar que no hace suficiente para detener la producción de drogas.
Antes de eso, Trump ya había ordenado desplegar una flota de buques de guerra en el Caribe para, según la Casa Blanca, detener la entrada de cocaína a Estados Unidos. Desde principios de septiembre, el ejército estadounidense ha matado al menos a 70 personas, acusándolas de “narcoterroristas”.
Petro dijo que se trataban de “ejecuciones extrajudiciales”.
En busca de equilibrio
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, cercano a Petro, equilibró la balanza con su presencia. Es uno de los interlocutores con Europa más importantes de la región y abanderado del debatido acuerdo comercial UE-Mercosur.
António Costa, presidente del Consejo Europeo, y el presidente de Gobierno español, Pedro Sánchez, fueron las figuras europeas de mayor perfil en la cumbre. No se esperaba una declaración conjunta de la UE que mencione explícitamente a Estados Unidos y sus ataques en el Caribe y el Pacífico.
Brasil y Colombia se acercan a China a través de la CelacPese a su diferencia en temas como la guerra en Ucrania, que Celac no ha condenado oficialmente, América Latina y Europa son aliados clave en intercambio de tecnologías y materia prima.
Francia no firma
El acuerdo comercial de Francia con los países latinoamericanos del Mercosur no se firmará, según la ministra de Agricultura, Annie Genevard. “Queremos apoyar a nuestros agricultores y por eso Francia no firmará un acuerdo que a la larga los condenaría”, declaró la ministra.
Pese a estas declaraciones, el presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró que ve perspectivas positivas para la firma del acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay). Para firmar el acuerdo, la ministra pide una cláusula de salvaguarda agrícola, medidas que impidan la importación a Europa de productos agrícolas que no cumplen las normas sanitarias y medioambientales europeas y un refuerzo de los controles sanitarios.
Macron se mostró el jueves en Brasil “bastante positivo” sobre la posibilidad de aceptar este acuerdo comercial, aunque afirmó mantenerse “vigilante”. El acuerdo fue firmado a finales de 2024 y el 3 de septiembre de 2025 fue adoptado por la Comisión Europea.