La Selección Argentina Sub 17 se despidió del Mundial en Qatar en un cierre agónico y de altísimo voltaje. El equipo de Diego Placente había hecho un torneo impecable en la fase de grupos, con puntaje ideal y sensaciones sólidas, pero no logró sostener ese envión en un duelo que lo obligó a remar desde atrás y que terminó decidiéndose recién desde los doce pasos. Allí, la eficacia mexicana y la figura de su arquero, Santiago López, inclinaron la serie y sellaron el 5-4 definitivo que dejó a la Albiceleste afuera en 16vos de final.

El partido había empezado exactamente como lo imaginaba Argentina. Autoridad, presión alta y una jugada preparada que salió perfecta. A los 8 minutos, Ramiro Tulián abrió el marcador tras un córner jugado en corto por Felipe Esquivel que derivó en un remate cruzado al segundo palo. La definición tuvo una coincidencia inevitable con el gol de Enzo Fernández ante el mismo rival en el Mundial 2022 porque fue casi en el mismo sector, el mismo gesto técnico, el impacto preciso contra el palo izquierdo. Fue un golazo y, también, la confirmación de un inicio convincente.

La Selección mandó durante toda la primera mitad, con buen ritmo y posesión. Antes del descanso, Alberto Castelau sostuvo la ventaja con una atajada clave: un cabezazo en un tiro de esquina que el arquero logró desviar con una reacción rapidísima, ayudado luego por el travesaño. Ese momento parecía marcar un quiebre emocional, pero México volvió al campo con otra energía y encontró el empate demasiado rápido.

A los pocos segundos del complemento, Luis Gamboa ganó en el área y conectó de cabeza para el 1-1. Argentina sintió el impacto, y México lo aprovechó. A los 57 minutos, otra pelota parada volvió a complicar. Gamboa apareció nuevamente para una volea que, pese a la duda por una posible posición adelantada, fue convalidada tras revisión del VAR. En apenas 12 minutos, el partido había cambiado de dueño.

El 1-2 obligó al equipo de Placente a salir a buscarlo, y lo hizo con empuje, variantes ofensivas y una sensación de que podía volver a meterse. A los 74, Facundo Jainikoski estuvo muy cerca con una volea de zurda que se fue a centímetros del palo. Argentina avanzaba, insistía, necesitaba un error rival… y lo encontró. A los 86, una mala salida de López en un córner derivó en un rebote ideal para que Fernando Closter conectara de cabeza y marcara el 2-2. Hubo suspense, otra vez revisión del VAR, y finalmente festejo argentino. Con ese gol, el duelo se fue directo a los penales, sin alargue.

La tanda se jugó al límite. Gastón Bouhier, que había ingresado en el segundo tiempo, abrió la serie para la Selección, pero López le adivinó la intención y tapó su remate contra el palo izquierdo. Ese error condicionó todo. Argentina convirtió los siguientes cuatro tiros, pero México, que había entrado a este Mundial como uno de los mejores terceros gracias a la tabla de fair play, no falló nunca. Del otro lado los jugadores anotaron sus remates para cerrar el 5-4.

El penal definitivo tuvo un condimento simbólico. El arquero mexicano que empezó la serie atajando también la terminó convirtiendo. Un contraste duro para Argentina, que sintió que podía haberlo resuelto antes y que se queda otra vez a mitad de camino en la única categoría de selecciones en la que todavía no logró consagrarse campeona del mundo.

La eliminación deja sabor amargo por la manera en que el equipo había arrancado el torneo y por la autoridad mostrada en la zona de grupos. También, deja aprendizajes para una camada que mostró proyección, variantes y personalidad, pero que en los momentos decisivos no consiguió sostener la ventaja ni imponer su dominio. México, que volvió a ser un rival complejo como marca el historial en Sub 17, será quien enfrente a Portugal en los octavos de final. Argentina, en cambio, vuelve a casa antes de lo esperado, tras un partido cambiante, intenso y con un final que dejó al plantel desconsolado en Doha.