Lifestyle, por Fernanda Bringas (muy_fer_) Producción general y Sol García Hamilton (solchugh) - Producción periodística

El cottage core se define por ambientes acogedores, materiales naturales y una mezcla sutil entre lo antiguo y lo nuevo. No busca la perfección, sino la autenticidad. El interiorismo contemporáneo también reivindica esta mezcla de tiempos.

Claves del estilo cottage

1. Colores suaves y tonos tierra

La paleta cottage se construye a partir de tonos que transmiten calma y cercanía con la naturaleza. Predominan los blancos cálidos, crema, beige y marrones suaves, que funcionan como base neutra. A partir de allí aparecen los verdes musgo, los azules apagados y algún toque floral o pastel que aporta frescura sin llamar demasiado la atención. Son colores que evocan los cambios de estación, la luz que entra por las ventanas en una casa de campo y la serenidad de los paisajes naturales. En conjunto, generan interiores luminosos, suaves y acogedores.

2. Materiales nobles

La esencia cottage está en los materiales que se sienten genuinos: maderas con veta visible, cerámicas artesanales con imperfecciones que cuentan historias, hierro envejecido, rafia, cestería y textiles naturales como lino, algodón o lana. Las mantas tejidas a mano y los tapizados cálidos contribuyen a esa sensación táctil que define al estilo. Un ambiente cottage core invita a tocar, a sentir, a conectar con la textura.

3. Mezcla equilibrada

El corazón del cottage core está en la combinación armoniosa de piezas de distintos tiempos. No se trata de recrear una casa antigua ni de llenarla de objetos modernos, sino de encontrar un punto medio cálido y auténtico. Un mueble heredado puede convivir perfectamente con una lámpara contemporánea; una mesa rústica puede equilibrarse con textiles de líneas actuales; un espejo antiguo puede resaltarse con arte moderno alrededor. Esa mezcla evita que los espacios parezcan temáticos o estáticos. Les da vida, historia y personalidad. Es la unión de elementos que parecen haber evolucionado con la casa a lo largo del tiempo.

4. Patrones delicados

Los estampados cottage no buscan imponerse: acompañan. Flores pequeñas, cuadros sutiles, rayas finas, detalles bordados y telas con aire vintage aportan romanticismo sin sobrecargar. Se utilizan en cortinas, almohadones, manteles o tapizados, siempre dentro de una paleta suave para mantener la armonía visual. La clave está en que los patrones aporten textura y calidez, pero sin competir entre sí. Es un equilibrio visual que permite que el espacio se vea acogedor y encantador.

5. Objetos que hablan

En el cottage core, los objetos tienen significado. Libros usados, jarrones con flores silvestres o secas, fotografías antiguas, velas, cerámicas hechas a mano y piezas encontradas en mercados o heredadas. Todo suma a construir un ambiente que cuenta una historia. No se busca llenar superficies, sino elegir elementos que tengan memoria, que aporte una pequeña narrativa personal: un viaje, un recuerdo familiar, un hallazgo. Son detalles que hacen que el espacio se sienta vivido y auténtico.

Por qué está tan de moda

El auge del cottagecore en redes revalorizó todo lo que tenga que ver con lo natural, lo artesanal y lo lento. Después de años dominados por el minimalismo y las líneas rectas, surge el deseo de volver a una casa que abrace, que alimente el alma, que invite a frenar.

La elección de Guillermo y Kate Middleton por Forest Lodge —una residencia con alma cottage y estética georgiana rodeada de bosque— alimentó el deseo de este estilo en el mundo. Ventanas pequeñas, chimeneas, maderas nobles y esa atmósfera romántica y familiar lo transforman en un referente perfecto de cómo el cottage core también puede ser sofisticado.

Casa de Guillermo y Kate Middleton.

Pero no son los únicos. La supermodelo Kate Moss, por ejemplo, vive en una casa en Oxfordshire que se identifica rápidamente con este estilo: muros de piedra, techos bajos, vegetación trepadora y una mezcla equilibrada entre muebles rústicos, piezas vintage y toques contemporáneos. Su hogar es una mezcla del cottage con una mirada moderna.

Casa de Kate Moss.

Por otro lado, en Estados Unidos, la conductora de televisión Ellen DeGeneres apostó por una propiedad en los Cotswolds —una de las zonas más emblemáticas del estilo cottage inglés—. Allí, la arquitectura tradicional convive con interiores luminosos, textiles naturales y objetos que transmiten la calma del campo. Su mudanza dejó en claro que, incluso para quienes vienen del ritmo vertiginoso de la industria del entretenimiento, el cottage core es sinónimo de descanso y de una vida más pausada.

Casa de Ellen Degeneres.

En paralelo, muchas figuras del cine, la música y la moda eligen casas de campo restauradas, cabañas elegantes en California o ranchos europeos reconvertidos. Aunque varíen los presupuestos y las escalas, todos comparten una misma búsqueda de vivir dentro de un refugio con naturaleza e historia en su diseño.

Este interés creciente de celebridades contribuyó a renovar la popularidad del cottage core en todo el mundo.

Cómo lograrlo en tu casa (aunque no vivas en el campo)

- Elegí una paleta de tonos suaves.

- Mezclá muebles heredados con piezas nuevas.

- Apostá por textiles naturales y flores frescas o secas.

- Sumá detalles con historia: vajilla, marcos, libros.

- Buscá que la iluminación sea cálida y baja, nada estridente.

- Permitite cierta mezcla, pero siempre dentro de una armonía general.

El cottage core no es una tendencia de temporada, es una invitación a rodearse de objetos queridos, de materiales nobles y de una estética que celebra el paso del tiempo en lugar de negarlo.

Una casa donde el pasado y el presente conviven, donde la vida se desacelera, donde cada rincón cuenta algo. Eso es el encanto eterno del estilo cottage core.