Esta mañana se reanudó el juicio por el crimen del juez de Menores Héctor Agustín Aráoz. La atención estuvo centrada en el testimonio de Gabriela Mansilla, la mujer que se desempeñó como operadora de la remisería en la que trabajaba el ex oficial Darío Pérez, el 26 de noviembre de 2004, cuando fue ultimado el ex magistrado.
Mansilla recordó que ese día le pasó varios viajes para cubrir al acusado del homicidio -que trabajaba como remisero en sus horas de descanso-, aunque también le dijo al Tribunal que no puede asegurar que efectivamente Pérez los haya cubierto.
Por otro lado, la mujer señaló que en las primeras comunicaciones por radio identificó claramente la voz de Pérez. Sin embargo, indicó que en los últimos contactos esa voz ya no era la misma, aparentemente, aunque no supo explicar cuáles eran esas diferencias. Esto generó un momento de tensión en la sala, por lo que el presidente del Tribunal, Pedro Roldán Vázquez, pidió un cuarto intermedio.
Aráoz fue acribillado el 26 de noviembre de 2004, en su casa de Yerba Buena. Según la pesquisa, el juez era pareja de la acusada Ema Gómez, quien habría mantenido una relación sentimental con Pérez. Un conflicto amoroso entre ellos habría derivado en la brutal balacera que recibió el magistrado. LA GACETA ©