21 Marzo 2011
DUDAS. Pérez afirmó que es sospechoso que su celular no aparezca. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
"Nada se pierde ni se crea, todo se transforma". El axioma elaborado por el químico francés Antoine Laurent Lavoisier en el siglo XVIII no puede aplicarse en la causa por el crimen del juez Héctor Agustín Aráoz. Aquí, en realidad, sí se perdieron cosas. Más precisamente, pruebas.
El celular del ex oficial Darío Pérez (acusado del homicidio); un botón metalizado que fue hallado en la escena del crimen; y un libro que tenía en su cartera Ema Hortensia Gómez (también imputada del asesinato) no pudieron ser localizados aún en los lugares donde permanecían los secuestros judiciales, indicó recientemente en una audiencia el secretario de la sala I de la Cámara Penal, Carlos Lix Klett.
Aráoz fue acribillado de 10 disparos el 26 de noviembre de 2004, en su casa de Yerba Buena. Según la pesquisa, el juez era pareja de Ema Gómez, quien a su vez habría mantenido una relación sentimental con Pérez. Un conflicto amoroso entre ellos habría derivado en la brutal balacera que recibió el magistrado.
El celular del ex oficial Pérez contenía una posible evidencia en contra de Ema Gómez. Dos días después del homicidio, cuando fue interrogado (como testigo) en la comisaría de Yerba Buena, el ahora sospechoso le entregó al fiscal de Instrucción, Guillermo Herrera, un celular Sony Ericsson T237, según consta en el expediente. Pérez afirma que el aparato contenía un SMS que Ema Gómez le había enviado el día del crimen y decía: "hice algo malo, ayudame, por eso insisto por teléfono". La ex agente aseguró que había enviado ese mensaje porque había ingerido sustancias que le había dado Pérez, y que necesitaba pedirle ayuda. En el juicio, cuando el ex oficial pidió ver su teléfono, el tribunal le informó que aún no fue hallado. "Es fundamental el tema de mi celular. Delante de varias autoridades policiales yo se lo entregué al fiscal Herrera. Incluso, contenía varias llamadas telefónicas de Ema Gómez que yo no había atendido. Me dijeron: ?te agradecemos, porque no tenemos nada contra ella?", indicó el acusado. Y agregó: "ahora, nos informan que el teléfono fue remitido a Sanidad, pero parece raro que no aparezca; esta es una prueba importante no sólo para mí, sino para la causa".
El defensor de Pérez, Gustavo Morales, planteó durante el debate la necesidad también de encontrar una tapa de una revista de perros y un botón metalizado que estaban en el lugar del hecho. ¿Quién los dejó en la casa del juez? ¿Tienen relación con el homicida? Esas preguntas, quizás, nunca tengan respuestas.
El debate oral por la causa Aráoz, en la que también hay tres policías acusados de encubrimiento agravado, seguirá hoy a las 9.
El celular del ex oficial Darío Pérez (acusado del homicidio); un botón metalizado que fue hallado en la escena del crimen; y un libro que tenía en su cartera Ema Hortensia Gómez (también imputada del asesinato) no pudieron ser localizados aún en los lugares donde permanecían los secuestros judiciales, indicó recientemente en una audiencia el secretario de la sala I de la Cámara Penal, Carlos Lix Klett.
Aráoz fue acribillado de 10 disparos el 26 de noviembre de 2004, en su casa de Yerba Buena. Según la pesquisa, el juez era pareja de Ema Gómez, quien a su vez habría mantenido una relación sentimental con Pérez. Un conflicto amoroso entre ellos habría derivado en la brutal balacera que recibió el magistrado.
El celular del ex oficial Pérez contenía una posible evidencia en contra de Ema Gómez. Dos días después del homicidio, cuando fue interrogado (como testigo) en la comisaría de Yerba Buena, el ahora sospechoso le entregó al fiscal de Instrucción, Guillermo Herrera, un celular Sony Ericsson T237, según consta en el expediente. Pérez afirma que el aparato contenía un SMS que Ema Gómez le había enviado el día del crimen y decía: "hice algo malo, ayudame, por eso insisto por teléfono". La ex agente aseguró que había enviado ese mensaje porque había ingerido sustancias que le había dado Pérez, y que necesitaba pedirle ayuda. En el juicio, cuando el ex oficial pidió ver su teléfono, el tribunal le informó que aún no fue hallado. "Es fundamental el tema de mi celular. Delante de varias autoridades policiales yo se lo entregué al fiscal Herrera. Incluso, contenía varias llamadas telefónicas de Ema Gómez que yo no había atendido. Me dijeron: ?te agradecemos, porque no tenemos nada contra ella?", indicó el acusado. Y agregó: "ahora, nos informan que el teléfono fue remitido a Sanidad, pero parece raro que no aparezca; esta es una prueba importante no sólo para mí, sino para la causa".
El defensor de Pérez, Gustavo Morales, planteó durante el debate la necesidad también de encontrar una tapa de una revista de perros y un botón metalizado que estaban en el lugar del hecho. ¿Quién los dejó en la casa del juez? ¿Tienen relación con el homicida? Esas preguntas, quizás, nunca tengan respuestas.
El debate oral por la causa Aráoz, en la que también hay tres policías acusados de encubrimiento agravado, seguirá hoy a las 9.
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