Por Diego Dulce - DYN
BUENOS AIRES.- Si las elecciones nacionales del 23 de octubre arrojan resultados similares a las primarias del 14 de agosto, el kirchnerismo podrá superar en el Senado el quórum necesario para deliberar y además controlar todos los embates de la oposición. El 10 de diciembre concluirán su mandato 24 legisladores de ocho provincias, de los cuales 15 pertenecen a la nómina oficial del Frente la Victoria y uno a su círculo de aliados, y de los opositores, cinco son expresiones disidentes del peronismo y tres de la UCR. El oficialismo triunfó en siete de las ocho provincias que renovaron representantes, con la única excepción de San Luis, donde obtuvo el delegado de la minoría, aunque en dos distritos podría obtener la totalidad de la nómina, como el caso de Misiones y La Rioja.
Si las previsiones se llegaran a cumplir, el Frente para la Victoria tendría 32 senadores propios y una lista de seis aliados (dos fueguinos, un neuquino, la santafesina Roxana Latorre, la rionegrina María Bongiorno y el riojano Carlos Menem), con lo que superaría el mínimo de 37 legisladores y manejaría la Cámara.
La ventaja del oficialismo será mayor si a este grupo se suma en calidad de aliado episódico el porteño Samuel Cabanchik.
El radicalismo mantendría su actual número de 18, o lo elevaría a 19, el peronismo disidente bajaría una banca, mientras el resto de los bloques continuarían con los mismos miembros.
Si estos números se concretan el Gobierno de Cristina Fernández no tendrá mayores problemas para avanzar con sus propuestas.