Pablo García, propietario del boliche acusado de discriminar, señaló que el inconveniente se originó porque Mariana Sánchez intentó entrar al local a la 1.45, es decir, 15 minutos después de que se cerró la lista de invitados que pueden pasar gratuitamente. "Su amiga (Melina Yácumo) ingresó antes de la 1.30 y lo hizo sin problemas. Todos los clientes saben que después de esa hora se termina el free pass. Pasa que todos quieren entrar sin pagar, pero esto es un negocio y tengo que facturar".
García enfatizó que nunca tuvo un problema de esta naturaleza ni observaciones del Inadi al respecto. "Invito a estas dos chicas y a la comunidad en general a que vean nuestras fotos en el Facebook (buscar como 'Santa Diabla') y comprueben que no todos los que asisten son rubios y de ojos verdes. Es un lugar abierto a todo público". Desde Salta, donde permanecerá hasta mañana, el empresario señaló también que le gustaría reunirse con las jóvenes a su regreso a la provincia.
"Si Sánchez hubiera pagado en boletería, pasaba sin problemas. Yo doy instrucciones precisas para que a la 1.30 se frene el acceso gratis, a excepción de casos puntuales, de los que los porteros están advertidos de antemano. Y ellos están capacitados para hacer lo que hacen -afirmó-. Si les dicen que no pueden pasar, las chicas lógicamente van a aducir maltratos".