Anoche falleció el policía Miguel Roa, de 33 años, que la semana pasada trató de impedir un asalto a una mujer. Al perseguir a los dos ladrones que atacaron a una mujer, en el pasaje Japón al 2.000, recibió un disparo en la esquina de Malabia y Pellegrini, en el barrio Victoria. La bala le perforó la cabeza y cayó herido.
Desde ese momento, permaneció internado en la terapia intensiva del hospital Angel Cruz Padilla, de San Miguel de Tucumán. A una semana del hecho, Roa sufrió una profunda descompensación y perdio la vida. "Teníamos esperanzas porque no no había sufrido de muerte cerebral pero las heridas que tuvo eran muy graves. Ayer al mediodía su cuadro se complicó con una disfunción respiratoria que se complicó. Se hizo todo lo posible, pero falleció alrededor de las 22", informó el médico Jorge Valdecantos, subdirector del Padilla.
Roa, que trabaja como motorista en el Comando Radioeléctrco, estaba casado y tenía dos pequeños hijos, de 8 y 10 años.
Un detenido
Después de dispararle al agente, los dos jóvenes abandonaron la moto en el lugar del hecho y escaparon a pie. Más tarde, agentes encontraron a uno de ellos deambulando por las inmediaciones del barrio y lo aprehendieron. Se trata de un joven de 23 años, apodado "Jonita", que tendría antecedentes penales. Hasta ahora, la Policía secuestró dos armas de fuego y una moto de alta cilindrada. LA GACETA ©