NUEVA YORK, Estados Unidos.- La hermana Mary Anne Rapp, que en los últimos años estaba asignada a las iglesias St. Mary Catholic y St. Mark en el estado de Nueva York, robaba el dinero que donaban los feligreses para luego apostarlo en las máquinas, informó la policía.
La investigación comenzó a raíz de la denuncia del reverendo Mark J. Noonan, párroco de las dos iglesias, quién pidió una auditoría a las Diócesis. El trabajo reveló que la monja recibía un tratamiento para su adicción al juego mientras laboraba en las parroquias, según informa el sitio "The Buffalo New".
"Esta fue una situación en la que un nuevo pastor entró y pidió una auditoría realizada por el comité de auditoría Diócesis. La auditoría presentó algunas irregularidades, que luego se informaron al fiscal del distrito del Condado de Orleans, por lo que su personal podía determinar si los cargos criminales eran justificados." dijo Terrence M. Connors, el abogado principal de la Diócesis."
Según el fiscal del distrito, Joseph V. Cardone, es la primera vez que sorprenden a una monja con la mano tan larga, aunque se habían dado casos de empleados de alguna iglesia e incluso el de un cura que también robaba con una mano lo que se gastaba con la otra en el casino. "Soy fiscal del distrito desde 1992 y no recuerdo un solo caso de monja acusada de nada. Odiaría decir que este caso es una muestra del signo de los tiempos", explicó Cardone. "Me gustaría pensar que simplemente ahora somos más transparentes".
La hermana Mary Anne, por su parte, no ha hecho declaración alguna, por consejo de su abogado, James P. Harrington, aunque se ha sometido a tratamiento para curar su ludopatía durante nueve meses y medio. Ha sido descrita como "una gran persona, con 50 años de experiencia, que nunca se había metido en ningún lío". LA GACETA©