CALIFORNIA, Estados Unidos.- Después de meditarlo durante semanas, Janelle Hofmman decidió darle con el gusto a su hijo Greg, de 13 años, y compró el iPhone 5 para entregarle el día de Reyes. Sin embargo, antes de eso decidió dejar en claro algunos puntos, pero no de cualquier manera, sino a través de un contrato.
Se trata de una acuerdo formal sobre las normas de uso y de comportamiento, que comprende un total de 18 puntos que pretenden dejar las cosas en claro para evitar futuros inconvenientes.
En primer lugar, se aclara que el teléfono es propiedad de Janelle en todo momento, y que por lo tanto exige saber siempre las contraseñas de acceso y las claves que protegen determinada información.
Además, se prohíbe el envío de fotos de partes del cuerpo, y la obligación de ser simpático y correcto en sus comunicaciones. Otra de las restricciones que se dejan en claro son los horarios de apagado y utilización a lo largo del día.
En declaraciones que refleja el portal Telecinco, la mujer dijo que lo que busca con esto es "enseñar a mi hijo a que utilice la tecnología de forma responsable sin abusar y sin convertirse en un adicto". LA GACETA ©