DAMASCO/NUEVA YORK.- Naciones Unidas manifestó ayer "decepción" por el discurso del presidente sirio, Bashar al Assad, al interpretar que rechaza una solución política al conflicto. El portavoz oficial, Martin Nesirky, afirmó que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, estaba decepcionado con el mandatario al entender que no logró "contribuir a una solución que podría poner fin al terrible sufrimiento del pueblo".
En el organismo internacional se consideró que el mensaje de Al Assad no reconoce el comunicado de Ginebra de junio de 2012, que convocó a una transición política y al establecimiento de un Gobierno de transición conjunto entre Damasco y la oposición, para negociar el fin al conflicto bélico.
La iniciativa de Al Assad contempla el inicio de un "diálogo nacional", pero sin contemplar a la coalición de fuerzas opositoras que fue reconocida por varios países occidentales.
El ofrecimiento fue rechazado de plano por los rebeldes y prácticamente ignorado por Estados Unidos. El canciller británico, William Hague, habló de un plan hipócrita de Al Assad.
El presidente de Egipto, Mohamed Mursi, se pronunció indirectamente a favor del inicio de un proceso por crímenes de guerra contra Al Assad en la Corte Penal Internacional. "No lo quiero yo, lo quiere el pueblo sirio... y nosotros apoyamos al pueblo sirio", sostuvo.
El ministro de Relaciones Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, planteó que la oferta presidencial para celebrar una "conferencia de reconciliación (era) una promesa vacía", y una evidencia de que el mandatario "no entiende lo que ocurre en Oriente Medio". "¿Qué Gobierno legítimo bombardea sus propias ciudades? Está buscando responsabilidades a la desafortunada situación de Siria en los lugares incorrectos", aseveró.
Irán, el gran aliado regional de Damasco, respaldó formalmente el plan del Presidente para poner fin a la guerra civil interna. El Gobierno de Teherán rechazó "la violencia, el terrorismo y las injerencias extranjeras" y propuso un proceso político global, en nombre de la solidaridad en la lucha contra Israel.
En el terreno, la lucha continuó ayer, con bombardeos sobre las zonas controladas por los insurgentes cerca de la capital y en el Norte. Para reforzar esa frontera, Holanda comenzó el envío a Turquía 160 vehículos con dos baterías de misiles antiaéreos Patriot. El titular holandés de Defensa, general Tom Middendorp, advirtió que Siria podría usar armas químicas en sus cohetes Scut. "Queremos impedir lo que podría traducirse en grandes números de bajas entre civiles inocentes", señaló.
El régimen está atrincherado en la capital y controla la costa mediterránea, la principal carretera norte-sur y bases militares en todo el país. (Télam-DPA-Reuters)