LA PAZ.- Todo Bolivia está expectante ante la finalización del plazo para que los países miembro de la ONU objeten el pedido del Gobierno de Evo Morales de despenalizar el masticado de la hoja de coca (acullico). Hasta ayer, ocho naciones rechazaron la pretensión boliviana, que le permitiría ser readmitida en la Convención Única sobre Estupefacientes, sancionada en 1961. La cantidad queda muy lejos de las 62 presentaciones negativas (un tercio del total de firmantes de la Convención) que exige la ONU para mantener la exclusión, y cuyo resultado se conocerá hoy. Hasta ahora, el acullico está considerado un consumo de droga. Uno de los principales rechazos fue el formulado por Estados Unidos, cuyo Gobierno está enfrentado al de Morales. En este contexto, el ministro de Gobierno boliviano, Carlos Romero, acusó a EEUU de haber violado en 2012 la soberanía del país con una "operación militar encubierta" que realizó experimentos sobre los efectos de la altitud. (Especial-Télam)